Apenas un día después de que se conociera la intención de la multinacional Monsanto de cobrar 15 dólares por tonelada de soja argentina que se descargue en los puertos europeos donde posee patente, la Secretaría de Agricultura nacional y las entidades agropecuarias manifestaron un unánime rechazo al anuncio de la multinacional.
En un comunicado, la Secretaría comandada por Miguel Campos calificó de “patoteril y ajena a las prácticas habituales de comercio” a la decisión de la empresa, además de catalogarla de “manifiesta bravuconada”.
Agricultura consideró, además, que Monsanto “está agrediendo gratuitamente a los productores argentinos, quienes han sido sus principales aliados en el desarrollo de esa tecnología en el mercado; y enfrentándose en forma directa con una administración que ha demostrado apertura a la modernización y a las nuevas tecnologías”.
El comunicado oficial advirtió también que el gobierno nacional “no permanecerá impasible frente a estas amenazas y actuará en su debida forma en el momento apropiado”.
Por su parte, la Sociedad Rural Argentina, bajo el título de “nueva chicana de Monsanto” recordó que el productor argentino “ha pagado las regalías correspondientes según las leyes vigentes” en el país a los semilleros y los distintos canales de comercialización.
La entidad presidida por Luciano Miguens destacó que los productores nacionales “su principal clientela, podrían rechazarlo de aquí en más como proveedor, por su actitud avasalladora y monopólica”.
También Federación Agraria tomó cartas en el asunto y anunció que reclamará por la actitud de la multinacional en una audiencia pública ante la Oficina Europea de Patentes, en Alemania, por las “maniobras de Monsanto en la región, con la intención de imponer su posición dominante por sobre la soberanía alimentaria de las naciones”.
Finalmente, Confederaciones Rurales Argentinas se sumó al rechazo y calificó a la actitud de Monsanto de “reprochable”, al tiempo que se mostró esperanzada de que el gobierno nacional encare “una defensa acorde”.
Por su parte, la multinacional destacó en un comunicado emitido anoche que “continua comprometida en lograr un acuerdo comercial basado en licencias para el uso de tecnologías” y deslizó que el gravamen pretendido en los destinos exportables podría “pautarse a precio menor que pudiera ser negociado entre las partes sobre la base de un sistema dentro del país”.
Además, Monsanto hizo público un acuerdo alcanzado con los productores paraguayos que “estipula el pago de regalías por grano producido, en un porcentaje que cambia, de acuerdo al precio internacional del producto”.
Pero fue la Secretaría de Agricultura la que dio el último paso y a última hora de ayer informó que Campos “convocará a una reunión
extraordinaria del Consejo Agropecuario del Sur, con el objeto de
analizar la amenaza promovida por la empresa Monsanto a los exportadores de granos”.
Marianela Garbini
mgarbini@infobae.com.ar