Lo había anunciado el Servicio Meterológico Nacional: la alerta continuaría hasta hoy con copiosas lluvias, granizadas y fuertes ráfagas de viento en el sudeste, el centro y el norte de la provincia de Buenos Aires. Eso ocurrió durante la noche y la madrugada, y la situación se agravó en los distritos atravesados por los ríos Luján, Areco y Arrecifes, según publica La Nación.
Hasta ayer a la noche, el saldo del temporal, que hoy cursa el quinto día, era de unos 600 evacuados y dos muertos. El jueves pasado había fallecido Rodrigo Sosa, de 11 años, luego de caer a un arroyo desbordado, en Pilar; ayer, Julio Medina, de 39 años, murió ayer carbonizado en su casa, en Campana, cuando se incendió su casa que calentaba con un brasero. Su familia había sido evacuada, pero el hombre se había querido quedar para cuidar sus cosas.
Ocurrió otras veces: durante las inundaciones, cuando las casas quedan vacías, suele haber saqueos, por lo que muchos, como Medina, deciden quedarse, incluso poniendo en juego sus vidas. En efecto, en el barrio Los Quinchos de Arrecifes, los bomberos voluntarios rescataron, esta mañana, a dos hombres que habían pasado la noche en el techo de sus casas por temor a los robos y presentaban un cuadro de hipotermia.
El río Arrecifes -informaron los bomberos voluntarios de esa ciudad a la agencia DYN- había alcanzado los 7,20 metros y afectaba a los barrios Saavedra, Alberdi y Cañada Marta, además de Los Quinchos.
El río Luján, en tanto, había crecido 36 centímetros, por lo que a las 7 de hoy llegó a los 4,10 metros, informaron fuentes de bomberos, según la agencia oficial Télam. En ese distrito, continuaban evacuadas entre 250 y 280 personas de los barrios San Fermín, La Loma, Olivera, Pueblo Nuevo, El Pinar, Padre Varela Barrio El Quinto y El Ceibo. Estaban en dos centros de evacuados: el del Polideportivo Luján y el de la Universidad Nacional de Luján.
