La falta de precipitaciones intensas en el diferentes regiones de sur de Brasil -San Pablo, Mina Gerais y Mato Grosso del Sur-, que cargan los ríos de la Gran Cuenca del Río Paraná, está afectando severamente el caudal, la navegación y el comercio a lo largo del río, así uno de los atractivos turísticos más importante de la zona: las Cataratas de Iguazú.
La magnitud de la bajante, dada por una faltante de lluvias entre febrero y marzo en el país vecino, no tiene registros desde el año 2005. En este momento, el caudal de las Cataratas es del orden de los 300 a 400 metros cúbicos por segundo, cuando lo normal son 1.500 metros cúbicos.
Así se vieron hoy las Cataratas del Iguazú. El puesto de control hidrológico del Hotel Cataratas marco un volumen de agua entre 350 y 370 metros cúbicos por segundo. ¡Siempre maravillosas! Pronto lloverá y se normalizará, pronto pasará y nos volveremos a ver. Hoy #QuedateEnCasa pic.twitter.com/xXWX5pt6TF
— Leopoldo Lucas (@lucasleo19) April 8, 2020
Sumado a la sequía también la cuarentena complica la situación. La necesidad de los estados brasileros del sur de restringir el paso del agua, justamente por la falta de lluvias, más el cese de actividades por el Coronovirus, mantiene cerradas 6 de las 7 represas hidroeléctricas que hay sobre el Río Iguazú. De esta forma, está alterada la llegada de agua de ese afluente de las Cataratas y del caudal del Río Paraná aguas abajo.
El Paraná al norte de Corrientes. Los dorados ya no tienen suficiente caudal. pic.twitter.com/7gME7x3GN4
— Silvina Manzi (Buyi) (@silvinamanzi) April 8, 2020