El desarrollo genético y la carrera por la productividad siguen marcando el pulso de los agricultores argentinos. Algo de ese espíritu se vivió en el Congreso Aapresid, en La Rural.
El debut del tradicional evento de la agricultura argentina tuvo su primera vez en suelo porteño, pero también contó con la participación de firmas extranjeras que apuestan por su desarrollo en el país. El caso de la francesa RAGT es uno de ellos.
La firma oriunda de las regiones del centro galo articula desde hace algunos años sus equipos técnicos con la empresa local Tobin.
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“Tenemos un programa importantísimo de sorgo y girasol, pero desde hace unos años hacemos cultivos de invierno como trigo y también tenemos un programa de vid”, comentó Agustín Cantó, líder de negocios en cultivos de invierno de RAGT.
Además, en la actualidad, la empresa desarrolla genética para arvejas, cebada, trigo candeal y colza.
“La campaña de trigo se realizó con una humedad óptima y se pudieron implantar todos los cultivos. Todas las regiones hasta ahora vienen muy bien”, afirmó Cantó.
Y sumó: “Estamos muy contentos porque hemos podido desarrollar en varias regiones nuestra genética”.
Una de las grandes apuestas de la empresa es el trigo Borsalino: se trata de un trigo de ciclo largo que, por el requerimiento del frío, fue una de las jugadas estratégicas de la firma.
“Tuvo una performance excelente. El año que viene queremos salir con dos o tres variedades más para el mercado”, cerró.
