El INTA Pergamino y la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Norte de Buenos Aires (Aianba), llevaron a cabo una nutrida jornada técnica sobre actualización en cultivos de invierno.
En la misma, se abordó un eje temático fundamental, dispuesto a fortalecer la toma de decisiones por parte de los productores agropecuarios.
En ese sentido, uno de los paneles más escuchados fue el emprendido por tres asesores que trabajan en diferentes campos de la pampa húmeda.
“Venimos de una sequía extremadamente dura en buena parte del norte bonaerense y sur de Santa Fe, que incidió por tres campaña consecutivas. Esto trae como consecuencia que muchos productores hayan repensado su estrategia y varios no va a sembrar trigo”, expuso el asesor German Michetti, uno de los referentes del panel.
“Hoy contamos con 25% de agua útil. Este porcentaje claramente no nos alcanza para hacer un cultivo en lo inmediato“
Sin embargo, el asesor y productor de Pergamino, manifestó en que los agricultores que decidieron no hacer trigo, optarán por un cultivo de cobertura.
“Asesoro campos que implantaron avena para pastoreo en ganadería, y otros que sembrarán el mismo cultivo para grano. Básicamente lo harán con la idea de mantener el doble cultivo y no dejar de lado las rotaciones, tan importantes desde el punto de vista ambiental y financiero”, insistió Michetti.
Además, en diálogo con Infocampo, destacó que el productor desea retirar a la campaña pasada del historial productivo. “Si bien el diagnóstico es diferente según el caso, existen alternativas productivas para seguir, según las condiciones hídrica de cada lote, y repensar la estrategia en función de cada realidad”, aclaró.
LA DECISIÓN A PARTIR DEL AGUA DISPONIBLE
Por su parte, Pablo Gutiérrez, asesor y productor, no dudó en afirmar que la disponibilidad de agua en el lote es lo que más pesa en los productores para tomar la decisión de implantar uno u otro cultivar.
“Venimos muy golpeados pero es inevitable que debemos levantarnos y evaluar todas las estrategias disponibles para afrontar la campaña que se inicia”, exhortó.
Gutiérrez, analizó que durante este año, el productor debe pensar la temporada con poco más de 140 milímetros precipitados durante 2023 en el norte de Buenos Aires y esperando alguna lluvia que engrose la situación.
“Hoy contamos con 25% de agua útil. Este porcentaje claramente no nos alcanza para hacer un cultivo en lo inmediato. Este contexto se agrava si pensamos que estamos en plena fecha de inicio de siembra de trigo”, explicó.
En tanto, el ingeniero agrónomo expuso otra dificultad. “La cuestión es si vamos a pensar como técnicos o como productores la próxima campaña. Sabemos que el productor viene golpeado económicamente, pero no en todos los casos estamos agronómicamente bien para afrontar una siembra de trigo”, focalizó.
No obstante, dijo que es prioritario amalgamar lo técnico y productivo para ser lo más criterioso posible a la hora de tomar una decisión.
“Sembrar o no trigo es la decisión más radicalizada. Si bien el evento “La Niña” estaría concluido, “El Niño” aún no comenzó y eso también genera incertidumbre en el sector”, aseveró.
PRIORIDAD: CONSERVAR LAS ROTACIONES
A su turno, el ingeniero agrónomo Marcelo Arriola, (Chacra Aapresid), dice que es un año para la agronomía.
“Hay que volver a meterse en el campo y analizar este ciclo desde la ciencia. Estamos dentro de una temporada muy particular, donde los desafíos agronómicos deben ser el punto de partida para la toma de decisiones”, recomendó.
En ese contexto, indicó que hay que comenzar a medir agua útil en el campo de una vez por todas y dejar de pensar en no hacer cultivos de invierno.
“En una charla de café un productor puede plantear hacer trigo o no. Pero indefectiblemente desde lo agronómico debemos ser serios y enfocarnos a conservar las rotaciones como principal medida”, insistió Arriola.
Por ello, remarcó que existen infinidades de alternativas que permite al sector seguir siendo competitivo a pesar de todo.
“La cebada es una opción, pero también los trigo de ciclo corto que no son tan demandante de agua. Además podemos jugar con variedades que son más eficientes en el uso del agua. Entiendo que no es hora de cerrarnos y sí de comenzar a evaluar alternativas desde los principios agronómicos”, insistió.
Por último, los disertantes coincidieron en la importancia de incurrir en nutrición balanceada en trigo y ser eficientes en el uso de nitrógeno. “Hay muchas posibilidades para encarar una campaña meramente agronómica y absolutamente pensante, dejando de lado la dicotomía entre sembrar y no sembrar”, concluyeron como desafío los especialistas.