“Los hogares con problemas de inseguridad alimentaria aumentaron de 31% a fines de 2015 a 32,2% en septiembre pasado entre las familias de ingresos muy bajos y con mayor cantidad de niños”, advirtió el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina).
El economista Agustín Salvia, director del Observatorio, precisó que la encuesta realizada por la UCA se refiere a los hogares sin acceso a una alimentación suficiente y segura “que evite el hambre entre sus miembros”.
Salvia destacó durante una conferencia de prensa que el aumento de las tasas de indigencia, de 5,4% a 6,9% en promedio entre 2015 y 2016, afectó especialmente a los menores de edad (de hasta 14 años).
En esa franja la proporción de indigentes saltó desde 9% hasta 11,6% en el período considerado, mientras en el otro extremo (mayores de 60 años) pasó de 0,7 a 1,2%.
En gran medida por el “shock inflacionario” del año pasado, también creció el flagelo entre los jóvenes (de 15 a 29 años) de 7,1 a 8,7%; y entre los adultos (de 30 a 59 años) de 3,7 a 5%, puntualizó Salvia.
Similar tendencia observa la UCA en materia de pobreza, con incrementos en las columnas de “infancia”, de 43,5 a 48,8%; de “jóvenes”, de 34 a 37,9%; de “adultos” de 24,8 a 28,3%; y de “mayores”, de 7,6 a 10,9%.