A unos 20 kilómetros al este de la localidad de Saturnino María Laspiur, departamento San Justo, se fiscalizó una planta procesadora de leche y se secuestraron 981 kilos de queso sardo y romano. Luego de constatar las precarias condiciones en las cuales eran elaborados, fueron enviados a enterramiento sanitario a la localidad de Las Varillas.
Además de comprobar múltiples infracciones a diferentes normativas vigentes, sobre todo al Código Alimentario Argentino (Ley 18.285) y a la Ley Provincial de Fiscalización Lechera N° 8095, los inspectores pudieron verificar que el establecimiento procesaba más de 3.000 litros de leche diarios, que llegaban directamente desde el tambo en un tanque cisterna sin refrigeración. Tampoco se realizaba la pasteurización (Ver Consumo de Leche Segura) que permite reducir los agentes patógenos peligrosos para la salud.
El procedimiento estuvo a cargo de inspectores del área de Fiscalización y Control del Ministerio de Agricultura y Ganadería; de la Dirección General de Control de la Industria Alimenticia del Ministerio de Industria, Comercio y Minería; y de la delegación Córdoba del Ministerio de Agroindustria de la Nación. Estos últimos fueron quienes emitieron el alerta sanitario, tras detectar la situación.
“Las condiciones higiénico-sanitarias del establecimiento en general eran pésimas. No existía ninguna barrera física que evitara la contaminación directa de la pasta con la cual se elaboraban los quesos”, detalló el director General de Fiscalización y Control, Martín Gutiérrez.