Respecto a la convocatoria de ASAGIR
Hace dos años hicimos el planteo de actualizar toda la información técnica y científica que se ha generado en estos años en la Argentina. El girasol por suerte ha retomado nuevamente el interés para todos, incluyendo la gente que trabaja en la investigación científica y también en la industria, y eso hace que haya mucho más movimiento e informaciones interesantes para compartir. Por otro lado, para entender mejor cómo funciona la cadena de valor del girasol en la Argentina, qué posibilidades tenemos y si seguimos organizándonos y planteando proyectos comunes.
¿Es el momento para plantearse el girasol dentro de la rotación? ¿Cómo lo ves en la próxima campaña?
Mirá, tenemos un problema estructural en el tema del girasol que es que hasta los meses de octubre-diciembre, uno no puede generar un mercado a término para poder tomar decisiones de siembra. Eso no es un problema de la industria argentina, sino de la imposibilidad en el mundo de calzarse con el precio del girasol a futuro. Eso anula la posibilidad de sembrar muchas o pocas has de girasol, porque falta ese precio de referencia para la campaña que viene. Desde ahí te diría que estamos un poco complicados, como nos pasa casi todos los años. Ahora, desde el punto de vista de los costos de la productividad, especialmente de lo que se ha podido comprobar estas últimas campañas, el girasol se ha convertido nuevamente en un cultivo interesante y rentable.
¿Cuáles serían los ejes técnicos de este congreso?
Uno de los puntos muy interesantes es una nueva tecnología en los manejos de cultivos, que está estudiándose, que se viene experimentando con algunos resultados muy interesantes y que tiene que ver con el tema de las Inter-siembras. Es la posibilidad de estar en el mismo año sembrando girasol a 1, 56 m, con dos líneas de soja a 52 cm en el medio, digamos, logrando rendimientos de girasol prácticamente en 100 por ciento de rendimiento potencial, aprovechando una característica muy particular que tiene el cultivo de girasol, que es la de que rinde lo mismo a 50 cm o a 1, 50 m. Ahora está la posibilidad de poder generar esta situación que permite mejorar mucho la situación general de cada productor.
¿Hay ya experiencias concretas de experiencia con girasol-soja?
Sí, ya hay bastante experiencia en el sur y en otras partes del centro de la provincia de Buenos Aires y sabemos de algunas experiencias en Pergamino, pero fundamentalmente, el trabajo más fuerte lo está llevando un grupo de Mar del Plata. A esta altura, lo que estamos viendo es que se trata de una tecnología que puede llegar a ser realmente revolucionaria desde el punto de vista económico. Es una tecnología de proceso y, como todo este tipo de tecnologías, son bastante simples, conceptualmente muy interesantes y, desde el punto de vista económico, pueden llegar a ser uno de los trenes fuertes que lleven al girasol a seguir siendo sembrable en Argentina.
Teniendo en cuenta que el 60 ó 70 por ciento de la agricultura argentina se hace sobre campos alquilados y la mayoría de los alquileres se pagan en valor soja; para que un cultivo tenga perdurabilidad en el tiempo, hoy es fundamental que esté enganchado a la soja, para poder hacer rentable el girasol.
¿Cómo les está yendo con las experiencias que están teniendo tanto en Bolivia como en Brasil?
Bien, tanto en Bolivia como en Uruguay estamos teniendo un año muy bueno. En el caso de Brasil, estamos aprendiendo a hacer los cultivos en el Matto Grosso. Este año nos ha ido bastante bien desde el punto de vista productivo porque Matto Grosso no tuvo la sequía que tuvo el sur de Brasil. Todavía estamos manejando el tema de las variedades en los distintos tipos de suelo, pero ya venimos bastante bien enfocados. La verdad que en ese sentido ya estamos más tranquilos, nos gusta más el negocio. El saldo es muy positivo, la salida a sembrar fuera de la Argentina ha sido asentable, con lo cual nos genera un porfolio de negocios mucho más interesantes, planteado de esta forma.
Con respecto al congreso, la tarde del 1° de junio estará dedicada a la parte de organización. El desafío es, fundamentalmente, tratar de liderar todo lo que tenga que ver con el negocio del girasol en la Argentina, animarnos a aumentar la torta de lo que es el mercado de girasol en el mundo y, por otro lado, ser un ejemplo de lo que podemos llegar a ser en la Argentina si llegamos a juntarnos y a tener objetivos comunes con un liderazgo claro. A fines de plantear el tema del liderazgo, lo vamos a tener a Carlos Bianchi, para que nos cuente porqué es una figura, no solamente desde su experiencia como campeón del mundo, sino también en el trato con grupos humanos, con cumplir sueños, digamos.
