El promedio mensual de faena pasó de 1.145.536 cabezas en enero-mayo del 2004 a 1.139.067 cabezas en enero-mayo del corriente año.
La lectura de las señales de mercado por parte de los productores se reflejó en un descenso de la faena de hembras (-2,2%), lo que hizo que su participación en el total de hacienda con destino a faena también retrocediera a un nivel normal (próximo a 43%), tras el importante proceso de liquidación de vientres observado en el 2003-2004.
Categorías. La desagregación mostró una fuerte disminución de la faena de terneras en relación con los primeros cinco meses del año pasado (-11,1%), que estuvo influida por tres factores: oportunidad de retener hembras para ampliar stocks a futuro, conveniencia de transformar maíz en carne y menor disponibilidad de terneros, a raíz de los pobres servicios de las campañas anteriores.
La faena de vaquillonas también cayó (-0,9%). Y sólo la faena de vacas fue la que aumentó (2%).
En lo que respecta a los machos, la faena de terneros fue la más afectada (-26%) y la matanza de novillitos descendió 2,6 por ciento. A la inversa, creció 16% la faena de novillos, que de esta manera volvieron a ganar participación en la faena tipificada total (32,5%).