Grandes expectativas para este ciclo productivo triguero y cebadero. Las condiciones presiembra de estos cultivos de granos finos son muy buenas. Perfiles de humedad satisfactorios, precios de los granos en ascenso, balanceado también por costos productivos que suben, pero la cuenta final alienta la siembra.
Como parte de “A Todo Trigo 2021”, Raúl Dente, director ejecutivo de la Federación de Acopiadores, estaba en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y fue recibido por José Martins, presidente de la entidad, para dar paso al lanzamiento de la campaña fina. Dialogaron y presentaron el espacio de las estimaciones, las cuales fueron coordinadas por Ramiro Costa, subdirector ejecutivo de la entidad.
El climatólogo de la Bolsa, Eduardo Sierra, se refirió justamente al clima, una de las variables que programan la implantación del cultivo.
“Hay mejores perspectivas que el año pasado antes de la siembra en la condición de partida. Llovió bien en todas las zonas agrícolas, pero hay que ser cuidadoso con el agua almacenada ya que se espera una primavera que no será del todo normal, debido a que no será promedio en cuanto al aporte de las lluvias. En este sentido, el clima premiará a los que trabajen bien y castigará a lo que no lo hagan”.
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Respecto al otro factor que configura la campaña, los precios, Agustín Tejeda, gerente de Estudios Económicos y Economista jefe, afirmó que el precio del trigo se apreció un 20%, respecto a la precampaña del ciclo previo, mientras que la cebada mejoró su precio en un 50%.
“La evolución de precios de trigo/cebada se invirtió este ciclo respecto a la soja/maíz. Es decir, al inicio de la pandemia, los granos de consumo directo mostraban mejores precios, mientras que los cultivos de verano tenían valores más estables. Ahora, eso cambió y, a partir de la recuperación general de los mercados, los tienen precios en alza son estos últimos”, mencionó.
Puntualmente, en lo hace a la superficie de siembra, Esteban Copati (Foto), jefe de Estimaciones Agrícolas de Bolsa, brindó las precisiones sobre área sembrada.
De acuerdo a sus datos, para este año, se espera un superficie implantada de trigo de 6,5 millones de hectáreas y 1,15 millones de cebada (totalizan 7,65 millones de hectáreas) que, en concreto, representan una superficie estable para el trigo y un crecimiento del área del 28% para la cebada.
Aunque subieron los costos, los ingresos crecieron más que los costos” – Agustín Tejeda, gerente de Estudios Económicos y Economista jefe (BCBA)
Por su parte, Copati también estimó que la producción alcanzará las 23,6 millones de toneladas entre ambos cultivos que aportarán, en el discriminado, 19 millones de toneladas de trigo y 4,6 millones para la cebada.
El analista aclaró que, mientras el trigo tendrá una redistribución de la superficie sembrada, la cebada estará beneficiada por una expansión dentro de la zona de mayor potencial de rendimiento para los cultivos de invierno, que es el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Por estas causas, la cebada tendrá un mejorado panorama de producción este ciclo respecto al trigo con condiciones de estabilidad.