Esta campaña se producirá un millón de toneladas de trigo menos que en 2016/2017 según la estimación de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“En la primera estimación nacional se proyecta un volumen de 16 Mt, un 6% menos que en el 2016/2017. Pese a que se sembraron casi 100 mil ha más, la fuerte presión pluvial ya impacta sobre el escenario productivo”, señaló la GEA.
El escenario húmedo y lluvioso de septiembre en gran parte de la región pampeana complicó al trigo. “Ya se proyectan 3 quintales menos de los 33 quintales del año pasado en el rinde nacional. Las pérdidas por los excesos hídricos exceden las 190 mil ha. Y las enfermedades pueden ser determinantes en esta campaña. Por el momento se han realizado los controles y el cultivo no está cediendo frente a la presión de roya amarilla, anaranjada, ni a mancha amarilla. Pero hay alerta por la aparición de fusarium en Santa Fe y Entre Ríos, mientras nuevas lluvias seguirán presentes hasta el viernes 13 en el centro de la región pampeana”, explicó la BCR.
De acuerdo a la entidad, no se han efectuado ajustes significativos en la superficie implantada respecto de la estimación anterior, y el área se mantiene en 5,4 millones de hectáreas, consolidando un aumento interanual del área del 1,5%.
Región por región según la GEA
En las principales regiones trigueras se mantienen las condiciones buenas a muy buenas, lo que permite proyectar un rendimiento nacional de 30,6 qq/ha. Si bien falta atravesar etapas claves para el cultivo, se proyecta una producción triguera en torno a los 16 millones de toneladas.
En el área del NOA la falta de agua se ha marcado en este último tiempo. A pocas semanas de comenzar la cosecha de los primeros lotes, se espera que se expresen resultados que estén por debajo de los rindes normales de la zona.
En el NEA, las condiciones de los cultivos de hace un mes indicaban buenos resultados, en alrededor de los 20 a 25 qq/ha. Pero la preponderancia que han tomado los intensos vientos cálidos en este último tiempo, ha hecho retroceder las expectativas. Ahora se esperan rindes muy variables, entre los 12 y los 20 quintales, aunque cabe todavía esperar la posibilidad de promedios en torno a los 18 quintales por hectárea.
Desde el 9 de setiembre las lluvias volvieron a ganar terreno en el oeste del país. La falta de agua que amenazaba extenderse en la provincia de Córdoba, y afectar el desarrollo del trigo empieza a quedar atrás. A pesar de que es necesario que continúen las lluvias, en profundidad sigue habiendo buenas reservas de humedad. De hecho hasta el viernes 13 de octubre, las lluvias que estarán presentes en el centro de la región pampeana tendrán un paso importante por las zonas del oeste del país, en San Luis y el sur y centro cordobés. Esto será importante para la región triguera que bordea a Río IV, que había quedado desprovista de lluvias importantes durante setiembre. El cereal comienza a transitar el período crítico de espigazón y floración. Este arribo de lluvias ha sido fundamental para el trigo. Si bien no se esperan los excelentes rindes del año pasado, la provincia tiene buenas posibilidades de expresar rindes superiores a sus medias. Se estima actualmente una media productiva de 31 qq/ha.
Los excesos hacen retroceder la condición de los cultivos de buena parte del sur de Santa Fe y también en el centro sur, en los departamentos de San Martín, San Jerónimo, Castellanos, Las Colonias y La Capital. Si bien las enfermedades han sido controladas, nuevos días de tormentas y cultivos avanzando hacia etapas más sensibles encienden los temores por fusariosis, que ya está siendo registrada en el área. De todas formas en la provincia de Santa Fe se observa un desarrollo bueno a muy bueno en los cuadros sembrados. Hacia el norte santafesino, con las recientes lluvias se desarrollan sin problemas de déficit hídrico. El cereal transita el periodo crítico de espigazón, y predomina el estado bueno a muy bueno. Pero en las zonas nombradas la condición regular se va expandiendo sobre el 20% a 30% de los lotes. Las posibilidades productivas de la provincia están en torno de los 32 qq/ha.