Las lluvias y la inestabilidad caracterizaron esta última semana en la región centro norte de Santa Fe. El área con mayor impacto fue el departamento Garay, donde cayeron unos 80 mm, mientras que en el resto del área, los máximos fluctuaron entre 30 a 70 mm.
Las condiciones ambientales permitieron el desarrollo sin inconvenientes del trigo y la germinación del girasol, pero interrumpieron la cosecha de los maíces de segunda cuya recolección se había reanudado durante un par de días.
Cuando resta recolectar un 12 a un 13 % del maíz de segunda, y a pocos días del comienzo de un nuevo ciclo del cultivo, “se percibió cierta incertidumbre y se vieron pocas decisiones tomadas en compras o reservas de semillas”, indicó el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) en su informe semanal que difunden la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF) y el Ministerio de la Producción de esa provincia.
“Las condiciones ambientales generaron aumentos en la humedad ambiente, en los porcentajes de humedad del grano y condiciones de piso, lo cual repercutió en la prolongación de tiempos y en la calidad de la producción que falta aún recolectar. Situación que se manifestó en todos los departamentos del área de estudio”, indicó el reporte.
Hasta el momento, se cosechó un 87 % del maíz, representando aproximadamente unas 76.500 ha, con un progreso de 5 puntos en la semana. “Sin modificaciones en los rendimientos promedios obtenidos hasta la fecha, los cuales siguieron siendo muy heterogéneos y estuvieron comprendidos en una amplia franja que fueron de 25 – 28 qq/ha, 50 qq/ha a máximos de 90 qq/ha. La estimación del rendimiento promedio fluctuaría entre 68 a 70 qq/ha para esta campaña”, detalló el SEA.
De acuerdo a los relevamientos de la BCSF, se realizaron los controles de malezas en campos propios pero en los arrendados “la incertidumbre aparece aun mayor y todo está sin definición alguna”.