El proyecto “Santo Domingo” cumplió diez años, está en Ituzaingó (Corrientes), es una campo de 3.350 hectáreas donde en una década se han plantado más de 3.000 millones de árboles de veinte especies que lograron disminuir 350.000 toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera, lo que es igual a los gases que emiten 145.000 autos en un año. Es la mayor superficie forestada en Argentina, el bosque sigue los lineamientos del Protocolo de Kioto y está aprobado por la ONU, según publica Revista El Federal.
“Santo Domingo” tiene como meta la captura de dióxido de carbono, por medio de los árboles, que limpian el aire. Es una respuesta al cambio climático y al deterioro del aire en nuestro planeta. “En el plan forestal de 2017, Novartis (empresa que maneja el bosque) destinará $8.400.000 para continuar todas las tareas de plantación y en comenzar con las podas para dejar los mejores ejemplares de cada área. Tiene como objetivos capturar 600.000 toneladas de dióxido de carbono para el 2020 y 4.000 millones de toneladas, para 2040”, detallan en un comunicado de prensa que difunde Argentina Forestal.
El predio, único en el país, cuenta con la certificación de la Forest Stewarship Council, sello de calidad que se otorga a los procesos de reforestación que cuidan la cadena de calor de los bosques, desde las especies plantadas, la fauna del lugar, el agua y sus humedales. La provincia de Corrientes, con sus Esteros, cuenta con un ecosistema privilegiado y con uno de los acuíferos de agua dulce más grandes del mundo.
El proyecto “Santo Domingo” forma parte de una cadena global de predios que intentan detener el cambio climático. En Colombia, Mali y China hay bosques similares al que está en Ituzaingó, se trata de una red ecológica sustentable que en silencio busca limpiar el aire del planeta, concluye la nota de la Revista El Federal.