Desde un medio local, informaron que las dos cuencas de derrames de los hielos cordilleranos, los ríos San Juan y Jáchal, “tendrán escurrimientos de aproximadamente la mitad de lo normal”, según dijo el secretario del Agua de San Juan, Edgardo Güerci.
El funcionario explicó que los relevamientos por telemetría a través de estaciones de aforo instaladas en zonas estratégicas, y observaciones realizadas por personal de la Dirección de Hidráulica en los principales reservorios de nieve en la Cordillera de Los Andes, “demuestran que tendremos un año seco” debido a las condiciones meteorológicas de la región.
Asímismo, Güerci mencionó que los cálculos técnicos indican que “el Río San Juan tendrá un escurrimiento de unos 825 hectómetros cúbicos, es decir la mitad de agua que la media histórica que es de entre 1.500 a 1.700 hectómetros cúbicos”.
Por otra parte, “el Río Jáchal también tendrá un régimen seco, con un pronóstico de 221 hectómetros cúbicos en 12 meses, proporcionando un caudal medio mensual de 7 metros cúbicos por segundo”, agregó Güerci.
En este marco, el gobierno decidió “echar mano al agua almacenada en los diques para poder satisfacer la demanda que ronda los 1.000 hectómetros cúbicos y para eso, se desembalsarán 180 hectómetros cúbicos, es decir, el 18% del agua útil que tienen actualmente las reservas”.
El dique que “sacrificará” ese volumen es Caracoles, ya que las autoridades decidieron preservar los espejos de agua de las represas Punta Negra y Ullum, ubicadas aguas abajo sobre el mismo cauce, para garantizar las actividades recreativas del verano.