En la Zona Núcleo y todo el Litoral argentino, las lluvias recientes son altamente predisponentes para enfermedades en la soja, por lo tanto, aseguran que la oleaginosa va a atravesar situaciones severas.
Según la mirada del Ingeniero Agrónomo Emiliano Meroi, Gerente de Fungicidas y Tratamiento de Semillas de FMC, “ya hay umbrales por encima de lo que se calcula habitualmente en casos de Mancha Marrón; se están viendo algunas bacteriosis y es muy probable que en los lotes sembrados con variedades tempranas comience a aparecer pronto Cercospora kikuchii”, indicó el especialista.
“Sacando la bacteriosis, el resto de las enfermedades están dentro del complejo de fin de ciclo y son las que le van a hacer doler la cabeza al productor durante la campaña de la soja”, y agregó: “A campo vemos que los productores ya están aplicando fungicidas de acuerdo con cómo perciben sus lotes y si son afectados con las abundantes precipitaciones y las altas temperaturas. Todo eso nos muestra que este va a ser un año de mucha venta de fungicidas, productos que el productor deberá incluir en sus costos porque le van a reportar una respuesta muy positiva a nivel económico”.
En línea con la situación, este año FMC obtuvo el registro de Rubric Max en soja, un fungicida muy bien posicionado en cultivos de fina que ahora permitirá controlar las enfermedades de fin de ciclo en la oleaginosa, “consideramos que es un producto de muchísimo futuro. Lo venimos trabajando en trigo y cebada donde ha demostrado una excelente performance en el control de enfermedades que se presentaron”, aclaró Meroi.
De hecho, el Rubric Max salió primero en la red de ensayos del CREA Mar y Sierras del Doctor Jorge Gonzalez Montaner cuando FMC inició sus ensayos a campo y siguió mostrando una performance altamente eficiente en cultivos de soja.
Según Meroi esto se relaciona con “su concentración equilibrada de una Estrobirulina más un Triazol (Azoxistrobina 20 % + Epoxiconazole 10 %), un efecto preventivo, curativo y antiesporulante muy marcado para el paquete de enfermedades que atacan en el tramo final del cultivo de soja”. Asimismo, recalca que se trata de “un producto translaminar con lo cual tiene un efecto interesante en cultivos con follajes elevados al asegurar mejores coberturas. La residualidad supera los 15 a 18 días e ingresa rápidamente al cultivo por cutícula para hacer su trabajo”.
Entre las enfermedades que controla pueden citarse Mancha marrón de la soja (Septoria glycines) Mancha ojo de rana (Cercospora sojina) Mancha púrpura de la semilla, Tizón de la hoja (Cercospora kikuchii) Mildiu (Peronospora manshurica). En estos casos se aconseja aplicar a partir de R3 (comienzo de fructificación) con 40 milímetros de lluvia acumulados. Aplicar con este umbral o a la aparición de los primeros síntomas.
En el caso de la Roya de la Soja (Phakopsora pachyrhizi) también la dosis es de 300 cm3 por hectárea, pero se recomienda aplicar al observar los primeros síntomas. Incluso en caso de persistir condiciones favorables para la enfermedad y ante la aparición de nuevas pústulas, los
especialistas recomiendan una segunda aplicación.
Como dato fuerte Emiliano Meroi indicó: “Este fungicida que estamos lanzando este año tiene altísima competitividad en costo-dosis. Creemos que tiene su efecto tan marcado porque posee un 30 y hasta un 40% más de gramos de ingrediente activo de Triazol que la competencia, lo que ayuda a que su poder curativo sea mucho más eficiente”, destacó.