“Esta vez, ni las variedades menos susceptibles escaparon de roya amarilla y roya anaranjada. Incluso las que invictas hasta la campaña pasada han cedido ante la virulencia”, aseguraron los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
A pesar de que los controles avanzaron en toda la región, las enfermedades como manchas y royas afectan a los cultivos de la Zona Núcleo. La BCR estima que se necesitaran dos aplicaciones de fungicidas para hacerles frente y llegar a desplegar la hoja bandera con el cultivo sano. “La presión ambiental de este año ha sido enorme sobre los cultivares. Un invierno excepcionalmente cálido y húmedo, que promete terminar como hasta ahora, sigue determinando un ambiente ideal para la proliferación de las enfermedades”, explicaron desde la Bolsa rosarina.
Además, el déficit hídrico en algunas zonas y los excesos en otras, deterioran la condición de los trigos. Hasta la semana pasada, el 55% de los cuadros estaba en condiciones entre excelente y muy buena, y ahora se redujo al 40%. En tanto, un 40% se clasifica como bueno y el resto, regular, según el relevamiento de la BCR.