-¿Cómo está evolucionando este año el sector de la maquinaria agrícola?
-Este año comenzó muy mal, después se normalizó y ahora todos los productores están mirando al cielo esperando que llueva. La realidad es que estamos bastante paralizados en cuanto a las ventas porque todo el sector está preocupado por la sequía y las próximas siembras de gruesa.
-¿Cómo es la dinámica del mercado de las sembradoras?, ¿el productor planifica las compras con mucha anticipación?
-Va cambiando de acuerdo a la rentabilidad que consiga el productor. En 2004, que fue un año muy bueno para el agro, los productores compraron durante todo el año tanto sembradoras como cosechadoras. En este año, que las cosas no están tan bien, el productor piensa mucho antes de invertir y lo hace si es realmente necesario, pero hay que dejar claro que si al productor le va bien lo primero que hace es invertir sus ganancias.
-¿Cómo ve la figura del contratista rural?, ¿está creciendo o retrocediendo?
-Es una figura que ha crecido en los últimos años y continúa en ese camino porque ante la disminución de la rentabilidad del campo los pequeños productores en lugar de comprar maquinaria contratan estos servicios o si no alquilan sus campos.
-¿Qué tipo de sembradora busca hoy el mercado?
-Los productores y contratistas argentinos son muy exigentes, no se los puede comparar, por ejemplo, con sus pares de otros países, ya que los argentinos saben lo que están haciendo y se capacitan constantemente. Lo que más importa en el mercado es la amplitud de labor de la sembradora; también buscan máquinas que sirvan tanto para granos finos como para gruesos, ya que se ahorran la compra de una maquinaria.
-Con la siembra de maíz arrancando, ¿cuál es el mejor sistema, el neumático o el de placas?
-En el mundo, el sistema neumático es el que más se utiliza, pero en la Argentina todavía no se pudo imponer: casi el 95% es de placa, pero en el último año la tendencia por neumáticas creció un poco.
-¿Cómo puede ser que no sea masivo si el sistema neumático es mucho más sencillo ya que no hay que buscarle el calibre al híbrido?
-Hace varios años nuestra empresa viene apostando al sistema neumático, pero los productores no lo tomaban. Afortunadamente creció un poco en el último año. Antes las ventas no llegaban al 10% y ahora nos ubicaríamos en un 30%.
-¿Cuál es el precio en promedio de una sembradora?
-En promedio el precio está alrededor de $ 125.000; no varió demasiado respecto de la campaña anterior.
-¿Qué es más interesante como negocio, el mercado interno o la exportación?
-En el caso de las sembradoras el mercado interno es mejor porque si queremos exportar tenemos que adaptar la máquina a los requerimientos de ese mercado en especial, como por ejemplo el suelo, el tamaño, tendríamos que fabricar por encargos especiales y por eso no es conveniente. Otro dato fundamental es que el 98% del mercado interno compra maquinaria fabricada en la Argentina.
-¿Cómo viene la exportación a Venezuela y a Europa del Este?, ¿realmente es importante o es mucho ruido y pocas nueces?
-La verdad que Venezuela es lo único concretado hasta el momento, hicimos el primer embarque y ya estamos preparando el segundo, también nos empezó a llegar el dinero que sería el anticipo del 30%. Creo que es uno de los negocios de exportación más importantes en la historia de la maquinaria agrícola en la Argentina. En nuestro caso fue un envío chico, por eso seguimos muy enfocados al mercado interno que es lo más importante.
-¿Cómo ve el mercado brasileño?, ¿es posible ir con las sembradoras argentinas y ganar clientes?
-Es un mercado muy apetecible, lo tenemos cerca, es tres veces más grande que el argentino y está pasando una crisis terminal por su tipo de cambio y la sequía que afecta a sus cultivos. Nuestra idea es asociarnos con una empresa de allá porque no es fácil llegar solos, pero estamos convencidos que tecnológicamente podemos competir y ganar el mercado