El cierre de exportaciones de aceite y harina de soja cayó como un balde de agua helada en el sector agropecuario, ya que anticipa una inminente suba de retenciones a esos productos.
El incremento de los derechos de exportación aún no fue oficializado, pero en la cadena descuentan que será de dos puntos, para igualar la tributación del poroto de soja (tiene una alícuota del 33%) con la de los subproductos mencionados (hasta hoy, pagan 31%).
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En ese marco, también ya se empezaron a hacer cuentas. Un ejemplo es la analista Lorena D’Angelo, que calculó que el Gobierno podría recaudar unos U$S 400 millones más por este cambio impositivo, mientras que para el productor podría reducirse el valor de la tonelada en U$S 16.
Más para el Estado
Según D’Angelo, sobre un volumen proyectado de exportaciones de aceite de soja de 5,2 millones de toneladas, hay presentadas Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por solo 1,13 millones. Significa que quedan 4,07 millones que, “hasta nuevo aviso”, no podrán inscribirse.
A un precio FOB de U$S 1.810 la tonelada, significa un aporte fiscal que se incrementaría de U$S 2.283,7 millones (con una alícuota del 31%) a U$S 2.431 millones (con el 33%). Es decir, U$S 147,3 millones más.
En el caso de la harina, principal producto de exportación de Argentina, este año se prevé que se embarquen 27 millones de toneladas y solo están anotados envíos por 2,86 millones: el saldo es 23,14 millones.
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A un FOB de U$S 568 la tonelada, se pasa de un flujo por retenciones que subiría de U$S 4.074,5 millones a U$S 4.337,4 millones; o sea, U$S 262,9 millones más.
En resumen, a los valores actuales, si se aumenta al 33% la alícuota para aceite y harina de soja, terminarán pagando derechos de exportación por U$S 6.768,4 millones por el saldo que queda por embarcar. Son U$S 410,2 millones más que se queda el Estado, frente a los U$S 6.358,2 millones que cobraría si se mantuviera el 31%.
Menos para el productor
En paralelo, al tributar más, significa que la industria exportadora tiene menor capacidad teórica de pago: bajaría de U$S 485 por tonelada a U$S 469; es decir, un perjuicio de U$S 16 por tonelada para el productor.
Por cada camión que carga 30 toneladas, son U$S 480, lo que significa una pérdida de $ 50.000 a tipo de cambio oficial, o más de $ 100.000 en cotización “blue”.
