En este contexto y a sabiendas de que las 508.000 toneladas declaradas al día 28 habrían sido efectivas con el índice FOB ya aumentado, Carlos Boglioli, de Roagro, recomendó âevaluar posibles acciones oficiales y también qué hacer a nivel individualâ.
El tema es que si se confirma esta información, la Secretaría de Agricultura nacional âno habría logrado el efecto deseadoâ, es decir el desaliento de la exportación de trigo nuevo.
El consultor formuló estas aseveraciones teniendo en cuenta que los registros de trigo 2007 suman 5.500.000 toneladas, âfrente a un saldo exportable que a este ritmo se completa en pocos díasâ.
Además, el contexto internacional permite augurar precios altos para el trigo: En los principales países productores como Australia o Ucrania la cosecha fue inferior a la de años anteriores. Lo mismo sucede en Brasil, primer destino del trigo argentino.
En este marco, la producción Argentina fue estimada entre 12,5 y 13,5 millones de toneladas, con un histórico comprador âcomo Brasil- que necesitará este año abastecerse de 6,5 M de toneladas del cereal.
En Argentina, en tanto, las empresas exportadoras contarían este año con un saldo exportable de trigo de 8,5 millones de toneladas. Pero ya hay ventas comprometidas por 5,5 millones de toneladas, volumen que en las últimas campañas se alcanzó hacia mediados de enero.
Esta situación motivó que el gobierno determinara un nuevo aumento en el precio de referencia y que el mercado otra vez tema por el cierre de las exportaciones.
A su vez, la coyuntura estaría generando que los exportadores sigan anotando ventas futuras, ya que el temor de los empresarios y analistas del sector es que el gobierno decida la suspensión de las exportaciones.
En esta misma fecha de 2005, los exportadores habían declarado ventas por sólo 100.000 toneladas.
