En un año sin precedentes por el COVID-19 y la pandemia, la agroeconomía va dejando datos interesantes respecto a la producción, consumo y demanda de año 2020.
En un informe la entidad cordobesa, IERAL-Fundación Mediterránea analizó el desempeño de los mercados de la carnes durante el año pasado, con evidencia clave sobre los mercados bovinos, porcinos y aviar.
“De acuerdo a datos oficiales y estimaciones propias, la producción de las tres carnes ronda las 6,04 millones de toneladas, unos 133,6 kilos promedio por habitante, mientras que las exportaciones a 1,19 millones (26,4 kilos per cápita). Estos valores del consolidado son levemente superiores a los del 2019 y récords de los últimos 40 años ya que, desde mediados de la década de los ’70 hasta el presente, nunca se produjo ni exportado tanta proteína animal”, introduce el trabajo.
Desagregando muchos más lo que demostró el mercado de las carnes el último año, el dato quizás “más relevante” es que el consumo de carne bovina se ubicó en 49,7 kilos per cápita, el registro más bajo en, al menos, 50-60 años.
Por el contrario, sigue la investigación de la entidad, el consumo de carne aviar (el registrado por los organismos de control) se habría aproximado a 44,1 kilos per cápita, la cifra más alta de la historia.
CONSUMO
Según el trabajo, en cuanto al mercado interno, si bien el consumo se redujo a su mínima expresión histórica, quedando en buena medida el núcleo más “duro e inflexible”, los segmentos de clases media y baja que permanecen activos en el mercado se encuentran seguramente al límite de su capacidad de pago para estos mercados. La Fundación, advierte, en este sentido, que hay poco margen para absorber otra ronda de subas importantes de precios.
PRECIOS
El 2020 se caracterizó por subas generalizadas de precios, tanto de animales como de productos finales, concentradas hacia finales del año. A nivel del consumidor final, los cortes de carne bovina se ubicaron en diciembre 2020 un 74% arriba de los valores del mismo mes del 2019 (contra una inflación punta a punta del 36%); la carne aviar un 58% arriba (pollo entero) y la carne porcina un 59%. Nótese las importantes subas en términos reales en todos los casos: +28% carne bovina, +16% carne aviar y +17% carne porcina (Inflación anualizada del 36%).
FUTURO
Un interrogante es si la suba de precios de animales y carnes ya terminó o si le queda todavía recorrido al proceso. Cuando se comparan los valores locales de la hacienda con los de la región se observa una importante convergencia en los últimos meses, lo que sugiere que, al menos en moneda dura, no quedaría mucho más margen para que los valores sigan escalando.
Por su parte, afirma este trabajo, que no significa que los precios de las carnes tendrán un 2021 “tranquilo”, y menos aún que vayan a iniciar el camino del descenso.
Hay factores que pueden y seguramente ejercerán presión sobre los precios:
– El incipiente proceso de retención de vientres observado en los últimos meses.
– Una mayor demanda externa, particularmente de aquellos mercados que más sufrieron la pandemia y que deberían recuperarse en un año en el que se espera una recuperación económica global.
– Una demanda interna que debería mostrar mejores síntomas de recuperación que en el 2020, si se logra estabilidad y superación definitiva de la pandemia.
– La presión de los eslabones de transporte, distribución y comercio, que pugnarán por mejorar su participación (márgenes) en lo que el consumidor gasta cuando adquiere los distintos productos cárnicos.