Sin embargo, el jueves último cayeron más de 100 milímetros, marca histórica para los últimos tiempos, ya que hacía cuatro años que no se producían precipitaciones de tal magnitud, comentó a Infocampo Arnaldo Rearte, productor de la zona.
Aunque los cultivos cambiarán notablemente su estado y calidad, Rearte remarcó que la cosecha de trigo fue perdida en un 80 %, ya que los rendimientos no superaron en la mayoría de los casos los 300 kilos por hectárea. âCon cifras así, era inútil poner las máquinas a trabajar y gastar gasoil, que en nuestra zona sigue siendo escasoâ, acotó.
Un futuro diferente es el que se espera para el girasol. Si bien las hectáreas que se sembraron durante los últimos días de septiembre en plena sequía sufrieron la falta de humedad, âsi el perfil hídrico de las últimas semanas continúa estable, no nos caben dudas que tendremos una excelente cosechaâ
Según cifras oficiales la siembra de la oleaginosa cubrió aproximadamente 300.000 hectáreas en la provincia, casi un 20 % más que la temporada anterior.
Rearte agregó que entre 70.000 y 80.000 hectáreas que el productor no destinó al cultivo por la falta de agua y las pocas perspectivas de rentabilidad que había previo a las lluvias, se utilizaran para la siembra de soja que comenzará en noviembre con un excelente panorama.
Pararodiando la frase del Secretario de Comercio Interior de la Nación Guillermo Moreno, Arnaldo Rearte culminó: âSolo falta que llueva el gasoilâ, al remarcar que en las estaciones de servicio están entregando desde hace dos meses un 50 % de lo requerido.
Gustavo Malem
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