La asesora económica de Coninagro Silvina Campos Carlés recomendó a los pequeños y medianos productores que se inscriban en el registro pyme y señaló que desde la entidad trabajan en la fidelización del vínculo del sector con la cooperativa y el asociativismo.
“La ley pyme tiene un montón de beneficios: IVA, inversiones. Fiscalmente es beneficiosa, no tiene mínima presunta. Es una herramienta fiscal impresionante, y que sólo la mitad de los productores agropecuarios haya ingresado es algo para trabajar en conjunto con el sector público”, expresó Campos Carlés en diálogo con Infocampo en el marco de Jonagro.
Asimismo, contó que desde Coninagro el otro punto que trabajan tiene que ver con “fidelizar el vínculo con la cooperativa: el asociativismo puede bajar costos manteniendo la escala y a los productores viviendo en el campo. Queremos fortalecer a las cooperativas, sobre todo a las que estuvieron varios años con descapitalización, para que puedan volver a brindar servicios al productor”. “También estamos trabajando con la AFIP para ayudar a clarificar las nuevas resoluciones que ha sacado”, agregó.
Por otro lado, la especialista se refirió a la situación de las economías regionales y aseguró que desde la entidad “queremos expresar nuestra preocupación respecto de los productores que están en emergencia, de los productores que están endeudados debido a años de baja rentabilidad y de los productores que no están bancarizados y que no tienen cerca una institución que los pueda nuclear para acceder a créditos bancarios”.
“Entendemos que el crédito que dan los proveedores tendría que tener más sinergias con el sector bancario formal, tanto de los bancos públicos como de los privados, para poder reducir las tasas de interés, que las vemos bastante altas. Vemos una expectativa de inflación que sigue en términos reales alta, y una expectativa de tipo de cambio para las producciones que tienen como destino la exportación que crece por debajo de la inflación. De esta manera, vemos en la práctica una reducción de las perspectivas de rentabilidad futuras y un costo de financiamiento más alto del que tenemos hoy, con lo cual cuando hagamos el número para sembrar o planificar un proceso en ganadería vamos a tener que mirar bien que esa tasa del 23%, 26% base en pesos sea adecuada para nuestro negocio”, explicó Campos Carlés.
Y afirmó que las economías más afectadas son “citricultura, que hace dos años que viene con heladas, sobre todo en la zona del Litoral, y este año tuvo inundaciones, por lo que no mejoró en términos de calidad ni volumen; yerba mate, con problemas de volumen y calidad; vitivinicultura, que tuvo 5 años de precios estancados, este año recién tuvo rentabilidad positiva. Ni que hablar de peras y manzanas. La ganadería tuvo signos positivos, sobre todo en ciclos más largos. Las actividades en torno al maíz estuvieron complicadas por la variación del precio relativo y el reacomodamiento de los procesos a los nuevos mercados”.
“En general, sacando a la agricultura y a algunas economías muy puntuales como el maní, que viene muy bien, vemos que están o en el borde de una rentabilidad positiva o todavía no recuperando como para poder revertir el proceso de los años anteriores”, remarcó.
Finalmente, indicó que “el vínculo con el Ministerio de Agroindustria es bueno, hay mucho diálogo”.
“Sabemos que los proyectos no son instantáneos y que cualquier cambio que proponemos tiene muchas idas y vueltas para que salga de la mejor manera posible. En muchos temas seguimos trabajando en conjunto, por ejemplo tratando de encontrar alguna herramienta de seguros para ayudar a productores en emergencia, entre otras cosas”, cerró.
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