El ecosistema acuático alberga en su interior una gran cantidad de organismos que no dejan de sorprender. Entre ellas se pueden destacar las microalgas, que se encuentran en la base de la cadena alimenticia y actualmente su importancia va en aumento debido a que pueden crecer en cualquier lugar, además de que tienen una “huella de carbono” baja.
Producción de biocombustibles, biorremediación de aguas contaminadas y producción primaria son algunos ejemplos de las capacidades de las microalgas y de los beneficios que se pueden obtener de ellas.
Taxonómicamente hablando, las microalgas engloban especies eucariotas del reino Protista, aunque desde el punto de vista biotecnológico el término se utiliza para aquellos microorganismos que contienen clorofila a y otros pigmentos fotosintéticos y que pueden realizar fotosíntesis oxigénica.
“Actualmente, por ejemplo, se las utiliza como suplementos dietarios para humanos o peces”, indicó el docente de la cátedra de Química Inorgánica y Analítica de la Fauba, Agustín Rearte.
Es por esta razón que, a pesar de ser organismos procariotas, también se incluyen a las cianobacterias en este grupo. Existen más de 30.000 especies de microalgas y solo alrededor de 100 han sido estudiadas.
DIETARIOS PARA HUMANOS O PECES
Según el docente de la cátedra de Química Inorgánica y Analítica de la Fauba, Agustín Rearte, son microorganismos fotosintéticos que se encuentran sobre todo en ambientes acuáticos como ríos, lagunas, piletas o floreros, y tienen diversos usos.
Ya funciona en Argentina la primera planta de tratamiento de aguas con microalgas
“Actualmente, por ejemplo, se las utiliza como suplementos dietarios para humanos o peces”, explica el especialista. Además, reconoce que “cada vez se investiga más su aplicación como biofertilizantes y para tratar aguas residuales”.
MICROALGAS, CULTIVOS Y BENEFICIOS
Las microalgas poseen una capacidad ficorremediadora que consiste en la eliminación o biotransformación de contaminantes de un medio líquido o gaseoso. Estos compuestos contaminantes son captados por la biomasa algal y pueden ser recuperados mediante su cosecha.
Esta capacidad resulta en un sistema de cultivo con 2 propósitos: eliminación de contaminantes y producción de biomasa con fines comerciales. Ambos objetivos dependen del sistema de cultivo, la o las especies cultivadas y los factores ambientales.
La utilización de medios contaminados en el cultivo impacta directamente en los costos de producción. La elección del tipo de sistema de cultivo es importante, y debe realizarse en base a factores biológicos, técnicos, ambientales y económicos, definidos previamente.
En ese sentido, la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) y otras instituciones pusieron en marcha la primera planta de tratamiento de aguas con microalgas de la Argentina.
A partir de microorganismos, se logró reducir -a diario- grandes proporciones de contaminantes de 12.000 litros de aguas residuales urbanas y producir cerca de 1 kilo de insumo para biofertilizantes.