En las últimas horas, el Senasa informó que le pidió información a Venezuela sobre la posible importación de carne de cerdo procedente de Rusia.
La inquietud tiene que ver con la Peste Porcina Africana (PPA), que está presente en ese país, en China y en el este de Europa. Por eso, el organismo quiere saber qué tipo de productos adquiere Venezuela, los volúmenes y las garantías sanitarias en origen. Además, reforzó los controles en los pasajeros de vuelos provenientes de ese destino para detectar alimentos de riesgo, como carnes de cerdo, embutidos frescos o secos y salazones.
Lo que está en juego es el estatus, no sólo de Argentina sino también del Cono Sur, lo que incluye a Brasil, Chile y Paraguay, que también le pedirán información al país caribeño sudamericano.
“La región no tiene la PPA, por eso se pone tanto esmero en evitar que llegue”, le dijeron a Infocampo fuentes del Senasa. “Hay que observar que aquellos que hayan estado en granjas de los países con la peste también tengan los cuidados que se recomienda adoptar. Pero por ahora son solo medidas preventivas”, remarcaron.
los mayores riesgos
Ximena Melón, médica veterinaria y flamante titular de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa, le dijo a Infocampo que, de todas maneras, hay tranquilidad porque internacionalmente se están tomando medidas para que la enfermedad no se propague.
“Más que preocupados, la Peste Porcina Africana nos tiene ocupados. Lo que se evalúa es cuáles son aquellos factores internacionales -hoy en día la globalización hace que haya mucho movimiento de gente o de productos– que puedan producir mayor riesgo, y entonces agudizar o reforzar los controles en lugares específicos para que esto no sea un problema”, describió Melón.
En concreto, la experta señaló que el mayor riesgo lo presenta el intercambio de personas a nivel internacional, además de los residuos de los barcos y aviones que se mueven de un país a otro, o entre continentes. “Entonces lo que hacemos es establecer aquellos orígenes que son de mayor riesgo, y en la frontera de Argentina reforzamos los controles para pasajeros o aviones o barcos que vienen o han hecho escala en esos lugares”, dijo.
“La bioseguridad en las granjas comerciales es sumamente importante. Y parte de la bioseguridad es, en este caso, que las personas que hayan tenido contacto con animales o hayan estado en granjas en países que tienen la enfermedad, como veterinarios, cuidadores, entre otros, adopten las medidas necesarias destinadas a evitar un posible contagio”, siguió la directiva del Senasa.
En ese sentido, es necesario recordar que el contagio no solo lo puede producir la persona, sino también la ropa o el calzado, por eso es importante que esos elementos no tomen contacto con una granja local si vienen de países donde la enfermedad está instalada. No solo es necesario el lavado completo de la persona: su indumentaria también cuenta.
“Recordemos: toda medida preventiva que uno toma no es cien por ciento efectiva. La sumatoria de medidas preventivas es lo que hace que realmente se pueda prevenir el ingreso”, cerró Melón.