Las zonas trigueras muestran dos escenarios productivos bien diferentes: uno en el que escasean las lluvias, y el rendimiento perdió potencial, y otro en el que las condiciones son satisfactorias, y el cultivo aun conserva las chances de alto rinde.
A pesar de esto, las enfermedades que afectan el cultivo igualmente acechan. Por eso, cinco reconocidos fitopatólogos Margarita Sillón (Facultad de Ciencias Agrarias, UNL), Rita Robledo (AAPPCE), Lucrecia Couretot (INTA Pergamino) y Matías Pastore (asesor privado) analizaron el panorama sanitario del trigo y abordaron sobre las principales recomendaciones de manejo.
“En Santa Fe y Litoral, hay dos grandes grupos de enfermedades del cereal: las manchas y las royas presentes en estados tempranos del cultivo”, expresó Sillón, a lo que agregó, según este panorama, que es clave seguir el lote y evaluar la enfermedad, teniendo en cuenta que el mejor fungicida mal aplicado se convierte en el peor.
Pero antes de avanzar en la definición del fitosanitario curativo, según la experta, “el foco está en tomar la decisión del tratamiento en base al progreso de la enfermedad” e hizo hincapié en no aplicar reiteradamente un único producto, rotar principios activos, recurrir a los fungicidas multisitios y analizar cómo evoluciona la enfermedad.
Yendo al oeste de Buenos Aires y este de La Pampa, Robledo indica que, mientras antes los problemas eran las manchas y las roya anaranjada, ahora la complicaciones son la roya del tallo y estriada. De esta manera, el panorama de la zona cambió.
Según la técnica, aunque el año podría venir tranquilo en materia sanitaria, advierte que un poco más al norte ya se empezaron a ver lotes con roya estriada.
En este sentido, Robledo reflexiona que el desafío de los técnicos es hacer un monitoreo a conciencia: “rutinario, semanal, con un registro escrito”. Por eso, admite que es necesario un seguimiento profesional de los lotes, que el monitoreador reconozca las enfermedades, sepa calcular la incidencia y relacionarla con el estado fenológico del cultivo.
Siguiendo con la radiografía de la región central, Couretot y Pastore dicen que, “hay variedades de trigo susceptibles sembradas y se están detectando de manera incipiente las primeras pústulas de roya amarilla y de la hoja en esta campaña”.
“Mi principal recomendación es que reconozcan bien las enfermedades, que no se apuren en la toma de decisiones ni se atrasen, que traten de hacer las aplicaciones en el momento oportuno”, dice la especialista.
Por su parte, el técnico aconseja “empezar el monitoreo desde la emergencia y aumentar la frecuencia con la aparición de las primeras pústulas”.
Finalmente, Andrés Fabbris Rotelli, gerente de Fungicidas e Insecticidas de UPL Argentina, complementa que, “los fungicida multisitio pueden utilizarse sobre una gran variedad de cultivos, controlan un mayor espectro de patógenos y su mezcla se las recomienda con otros modos de acción monositio, como estrobilurinas, triazoles y carboxamidas, como para amplificar su impacto sobre la enfermedad”.
Al respecto, la marca hindú indica que “Tridium” es el único fungicida foliar triple mezcla, sistémico y con acción multisitio del mercado.
Con esta solución, está provista una herramienta que aporta tres diferentes mecanismos de acción (Azoxistrobina, Mancozeb y Tebuconazol), que, juntos, actúan en 8 estructuras de control.