Atento a los tiempos que corren, pero sobre todo a la normas nacionales e internacionales vigentes, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) publicó un Manual con recomendaciones para el uso de Lenguaje Inclusivo.
Sólo por mencionar algunos ejemplos, en la órbita internacional la UNESCO en su Resolución 14.1 emitida en 1987 recomendó evitar el empleo de términos que se refieren a un solo sexo, y más cercano en el tiempo y espacio, en 2018 la Argentina promulgó la Ley Micaela que establece la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública.
Hasta ahí todo venía bien. El ente que preside Susana Mirassou se ponía a tono con la demanda social y muchos productores y periodistas felicitaban a Máximo Bontempo, Gerente de Comunicación del INTA y responsable del trabajo. Pero… siempre al pie del cañón aparecieron los detractores.
Comenzaron a aparecer en las redes sociales comentarios criticando el manual, que luego dieron lugar a otras opiniones más fuertes y hasta reconocidos técnicos del Instituto, como el caso de Mariano Luna, tildaron al trabajo como una “payasada”. Tal fue el revuelo que se armó que el INTA se convirtió en Trending Topic (tendencia) en Twitter, como quizás jamás sucedió en otra ocasión.
Cabe destacar que el documento en cuestión, “no tiene carácter sancionador ni restrictivo, sino que busca ser una guía, una herramienta de trabajo útil con enfoque de género”, o dicho de otro modo, es un manual de estilo de comunicación en donde ningún trabajador del INTA se ve forzado a aplicar esta herramienta.
La guía propone, entre otras cosas, “la utilización de pronombres y determinantes sin género”, es decir sustituir el uso de “el”, “los”, “aquel” o “aquellos” seguidos del relativo “que” por “quien”, “quienes y “cada”; y desalienta además el uso de la “e” y la “x” en su formato escrito dado que “son contraproducentes a la hora de amalgamar lenguaje inclusivo y coherencia gramatical”.
Por ejemplo, aconseja evitar la expresión “el que suscribe” y usar “quien suscribe”.
Pese a que el uso del manual no es obligatorio y que tampoco le significó un peso extra al Instituto, el debate pasó de las redes sociales a diferentes grupos de WhatsApp del ámbito rural. Periodistas, productores, empresarios, técnicos y muchos más sintieron que su opinión merecía ser escuchada o leída.
Algunos patriotas de café argumentaban que por este trabajo “el INTA ya no es lo que era antes”, otros profetas del billar explicaban que “este INTA decadente no tiene futuro”, los justicieros de Gasto Público exigieron que “el INTA trabaje para lo que le pagamos”, unos pocos con olor a naftalina aseguraron que “el feminismo y el INTA no tiene nada que ver” y no faltaron los héroes de Marvel pidiendo “la intervención del INTA”.
Compartimos el Manual de Lenguaje Inclusivo del INTA:
Manual de Recomendaciones Para El Uso Del Lenguaje Inclusivo en INTA (2021) by Contacto Infocampo on Scribd