El paro de trabajadores lecheros que se desarrolló este fin de semana generó una fuerte repercusión en el sector. Las pymes lácteas expresaron su rechazo a la medida de fuerza, que exige una recomposición salarial “acorde a la situación económica actual”, y adelantaron que podría haber derrames de leche.
Es que en los últimos días hubo negociaciones entre el sindicato y la industria, pero no se llegó a un acuerdo y Atilra decidió iniciar un plan de lucha que se dio con un acatamiento total.
Ante esta situación, desde la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) denunciaron que, además de la suba de salarios, el gremio pretende “imponer aportes extraordinarios abusivos y de difícil o imposible cumplimiento“, a pesar de “los recientes pagos y bonos acordados” por las patronales y de la propuesta de paritarias que se acordó “con anterioridad”.
Para Apymel, la medida “no tiene fundamento” y torna inviable la negociación, dado que, según explicó, Atilra “incumple sus propios objetivos estatutarios”.
“Esta medida de acción directa provoca la imposibilidad de recepción de leche y su consecuente derrame, en un país donde más del 40% de sus habitantes es pobre”, consideró.
Por su parte, Atilra emitió un comunicado la semana pasada en la que dejó en claro que durante el paro permitieron que personal de dirección de las empresas reciban la mercadería por parte de los camiones transportadores de leche “a efectos de que se preserve la materia prima”.