Hoy el 94 % de la población de la Región Pampeana es urbana. La falta de trabajo, la búsqueda de otro estilo de vida y la demanda de progreso son las razones principales de la emigración masiva de los últimos 15 años.
Las estadísticas oficiales indican una clara tendencia al despoblamiento que alcanza al 50 por ciento de los poblados rurales, según se indica en los fundamentos de la ley “Régimen de Promoción de Pequeñas Localidades Bonaerenses”.
La iniciativa prevé la adhesión voluntaria de los municipios provinciales que a través de proyectos de integración municipio – pronvincia, generarán políticas de empleo, educación, cultura, infraestructura, vivienda, producción y asuntos agrarios, que atraigan a futuros pobladores. Estas iniciativas son apoyadas por el Ejecutivo bonaerense y el Banco Provincia, que aportarán los fondos necesarios.
Los autores de la normativa, los diputados Jorge Otharán y Mariano West, indicaron que “esta ley de pequeñas localidades intentará poner a estos poblados de pie para que fundamentalmente puedan establecer y diagramar su propio futuro”.
Poblados del conurbano que envejecen
Desde el interior bonaerense todos coinciden en que la falta de empleo y de perspectivas educativas llevaron a la población a migrar hacia las cabeceras de partidos o grandes centros urbanos. Este cuadro se vio agravado en los últimos años por la suspensión del servicio ferroviario y las inundaciones que generaron pérdidas cuantiosas en las cosechas, asociadas directamente al trabajo de estos pueblos.
Esta realidad la comparten pueblos Mechita, Irala, Olascoaga, La Limpia y O’Brien. Sin embargo, el caso más ejemplificador es Comodory Py, que tres décadas atrás tenía más de cinco mil habitantes y hoy, sólo tiene 700, el tren ya no pasa, y la mayoría de habitantes supera los 50 años.
Melina Beloso| Especial para Infocampo