El mercado de agroquímicos generó una actividad comercial de u$s 2.500 millones en la presente campaña 2016/2017, lo que significó un crecimiento de 25% en comparación con la anterior, empujada principalmente por la cosecha agrícola récord que, según proyecciones públicas y privadas, estará en el orden de las 121 millones de toneladas.
En tanto, para la campaña 2017/2018, las estimaciones proyectan un incremento de 18% de este mercado, con lo cual rondará los u$s 3.000 millones.
Así lo indicó el presidente de Agros, Luis Calvo, quien hoy anunció una inversión de u$s 4 millones para este año en la renovación y el aumento de la flota de su red de logística propia, en registros de productos en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y en la apertura de un centro de distribución en Rosario, provincia de Santa Fe.
A esto hay que sumarle otros u$s 35 millones que la firma invierte anualmente en la compra de la materia prima proveniente de China para producir herbicidas en Argentina.
“El agro es el motor absoluto de la locomotora que tiene que poner de pie de nuevo al país. El productor volvió a invertir en tecnología”, subrayó Calvo al anunciar la inversión.
En este mismo sentido, desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa rosarina, destacaron el regreso de “la agricultura de calidad” a partir de la utilización de alta tecnología, y aseguraron que “cambió el modo de pensar la agricultura y se volvió a invertir”.
Los técnicos rosarinos puntualizaron que “se dejó de pensar en sobrevivir, como en los últimos años, y se están haciendo cultivos no sólo con la tecnología adecuada para reponer los nutrientes que se sacan del suelo, sino para apuntar a buenos rindes y calidad”.
Por su parte, un informe elaborado por la Bolsa de Cereales porteña concluyó que entre 2010 y 2015 cayó 35% la utilización de tecnología de alto nivel aplicada a los principales cultivos del sector agrícola argentino.
El deterioro en el empleo de la tecnología aplicada al agro respondió básicamente al incremento que los productores sufrieron en los costos de los insumos para cada campaña, que en el caso del trigo, hizo que para mantener un alto nivel de métodos tecnológicos se requiriese emplear el doble de producto.
Sin embargo, el año pasado se revirtió la tendencia y así “el mercado de fitosanitarios se mantuvo en 2016 en los u$s 2.472 millones a pesar de la fuerte baja del precio, que fue compensada con mayor volumen de comercialización”, precisó a Télam, el director de Asuntos Legales y Corporativos de Atanor, Agustín Herrera.
Por su parte, Calvo destacó que “las empresas familiares están reinvirtiendo sus ganancias”, y subrayó que “por ahí no vienen inversiones de afuera, pero hay que prestar atención a los desembolsos de las empresas locales”.
“Estamos pasando por un momento de mucho optimismo por las medidas que el Gobierno tomó el último año”, destacó el presidente de Agros, una empresa de origen chaqueño con 40 años en el mercado.
Subrayó que “la idea de la empresa siempre fue tener llegada directa al productor”, y puntualizó que “hace 15 años que decidimos romper con el modelo de negocio de ser distribuidora, para ser productora, formuladora y comercializadora de nuestra propia marca”.
“Importamos la materia primera de China y le agregamos valor en el país. Desembarcamos hace cuatro años en las provincias de Buenos Aires y Córdoba y este año lo haremos en Santa Fe, porque entre las tres poseen el 65% del mercado de agroquímicos”, precisó Calvo.
Agros factura u$s 75 millones al año y cuenta con 30 sucursales en todo el país.