Uno de los objetivos de la firma “Quesos Don Atilio” de Tandil, provincia de Buenos Aires, ya está cumplido en pleno arranque de 2023: la exportación de sus productos hacia Estados Unidos ya tuvo su bautismo con un envío de una tonelada de queso provoleta parrillera, y ahora ya trabajan en un segundo envío, que será de mayor envergadura.
No les fue sencillo, ya que ingresar al mercado estadounidense requiere de obligaciones a la hora del proceso que desde la empresa lograron superar gracias a los servicios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
“Con apoyo de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía y la asistencia del INTI, la empresa tandilense Quesos Don Atilio logró exportar a Estados Unidos 1.000 kilos de productos lácteos y proyecta realizar en febrero un segundo envío por 1.200 kilos. La empresa continuará con el proceso de exportación para 14 productos seleccionados”, aseguró un comunicado de la cartera productiva.
Luego de haber solicitado esa capacitación impartida por el organismo, actualmente Don Atilio tiene su propio PCQI y eso favoreció la articulación para implementar el “plan de inocuidad”.
“Cuando comenzamos a explorar las habilitaciones que hacían falta para volver a exportar pensamos en el INTI. Es fundamental que el sector privado y el público trabajemos juntos porque esta sinergia beneficia a la economía del país y posibilita que nuestros productos sean cada vez más conocidos en el exterior”, afirmó el socio gerente de Quesos Don Atilio, Juan Magnasco.
La necesidad de contar con esa asistencia tiene que ver con lo que obliga la Ley de Modernización de Seguridad Alimentaria (FSMA) de Estados Unidos, que establece la obligatoriedad de llevar a cabo una serie de controles preventivos dentro de la industria agroalimentaria.
PROVOLETAS DE EXPORTACIÓN
La empresa logró exportar 1.000 kilos de provoleta parrillera en cilindros de 3,5 kilogramos por unidad y provoleta condimentada en porciones de 300 gramos cada una.
Además, se prevé realizar en febrero un segundo envío de 1.200 kilos de queso reggianito, provoleta parrillera y provoleta condimentada en porciones y no descartan continuar en un futuro próximo con el proceso de exportación para sus otros 14 productos seleccionados.
“El mundo está inmerso en una fuerte lucha por los mercados y por dónde se agrega valor; y los países centrales son cada vez más celosos de sus normas de calidad. Es clave que el Estado ponga al servicio de los privados que quieren entrar a esos mercados todo el acervo científico y técnico de nuestra industria para sortear las pruebas que se les imponen”, aseguró el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren.
“El INTI cuenta con instalaciones, equipamiento y capacidades técnicas en todas las provincias del país, que permiten impulsar la productividad, la generación de empleo y, en casos como este, el incremento de exportaciones”, destacó la presidente del INTI, Sandra Mayol. Además, reforzó el compromiso que el instituto tecnológico presta a las pymes con un servicio clave para el desarrollo productivo del país.
¿QUÉ ES EL PCQI HUMAN FOOD?
A raíz de la regulación que establece la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, respecto a las buenas prácticas de manufactura vigentes, análisis de peligros y controles preventivos basados en el riesgo para alimentos de consumo humano, el INTI tomó la decisión de capacitar a profesionales del organismo en la aplicación de esta normativa.
Por eso cuenta con 20 profesionales especializados en PCQI (Persona calificada en controles preventivos) que asesoran y capacitan empresas de todo el país para facilitar la adecuación a lo que exigen los mercados internacionales.
El objetivo es asesorar a las empresas argentinas que exportan al mercado norteamericano y así cumplir con el requerimiento que establece que ciertas actividades deben ser realizadas por una “persona calificada en controles preventivos” que haya “completado exitosamente la capacitación con un currículum estandarizado y reconocido por la Food and Drug Administration (FDA)”.
Durante el proceso se busca diseñar nuevos procedimientos y registros, y prevenir riesgos asociados a alérgenos alimentarios. También se tiene en cuenta el saneamiento y la operación de la cadena de suministros y de los procesos.