A través del Decreto N° 267/2019, publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional prorrogó por 10 años los beneficios de la Ley 25.174 de malla antigranizo, o “Régimen destinado a asegurar la oferta nacional e importada de malla antigranizo, las condiciones y calidad del producto, y facilitar los productores agrícolas la colocación de dispositivo de protección”.
Las principales zonas de influencia de la ley son las producciones frutícolas de Mendoza, Neuquén y Río Negro.
“La actual prórroga incorpora a los beneficios impositivos a los postes de soporte, evitando una doble inversión innecesaria por parte del productor. Asimismo, se amplían las ventajas arancelarias a un mayor número de insumos favoreciendo la fabricación local de la malla”, resaltó la Secretaría de Agroindustria.
Las claves de la malla antigranizo
Por definición, la malla antigranizo evita la pérdida de la producción por eventos climáticos. Por eso, es tan importante en regiones donde el granizo es un evento cada vez más frecuente y dañino.
Asimismo, Agroindustria recordó que estudios del INTA y otros organismos destacaron los efectos de la malla en las características de los frutos.
“Se ha documentado un mayor tamaño de frutos, debido a las condiciones ambientales menos estresantes obtenidas bajo su protección. Esto se traduce en un mayor ingreso por la venta de fruta”, subrayó.
Y aseguró que, de esta manera, la utilización de la herramienta “no solo tiene un efecto en la reducción del riesgo asociado a eventos climáticos, sino que también contribuye a mejora de la calidad de la producción”.
De acuerdo a un análisis de la Subsecretaría de Agricultura, y en base a la situación productiva y económica actual, el potencial de crecimiento anual de zonas protegidas con malla es de 1.000 hectáreas (500 has. en Río Negro y Neuquén y otras 500 en Mendoza).
