A raíz de una nota publicada el 1 de diciembre en Infocampo sobre la producción integrada de colza en Entre Ríos, a cargo de la empresa Amerika 2001, de Juan Rusinek, dos lectores se contactaron con nuestro medio interesados en el tema. Por uno de ellos nos enteramos de un emprendimiento de colza en Mendoza, cultivo que hasta el año pasado apenas hacía un productor para ganadería y que ahora se extenderá por toda la provincia con la finalidad de producir biocombustiblepara autoabastecimiento de los productores. “Empezamos hace un año cuando era director de Agricultura y Contingencia Climática del Ministerio de Economía, pero luego el proyecto se detuvo. Retomamos en marzo, con el apoyo de numerosos municipios, un privado interesado en la transformación del producto y el Ministerio de Economía”, cuenta Jorge Silva Colomer, ingeniero del Inta Junín que hoy coordina todos los ensayos provinciales. El primer paso fue probar cuál era la oleaginosa que se adaptaba a la zona y observaron que la colza necesita 400 mm anuales de lluvia, que se le puede proveer con riego; es una especie de invierno que se siembra en abril y se cosecha en octubre, por lo cual no compite con otros cultivos en este período; soporta muy bien las heladas y no llega a ser afectada por el granizo que cae generalmente en diciembre; además el clima seco de la zona no es favorable para el desarrollo de malezas. Otra de las ventajas es que la flor amarilla es de excelente calidad para las abejas y cubre el bache alimenticio de septiembre cuando todavía no están las alfalfas y viñas. Una vez observados estos beneficios, adaptaron las máquinas de una planta elaboradora de biocombustible para la colza que ya estaba instalada desde hace dos años en el parque tecnológico de la Universidad de Cuyo, con una capacidad de procesamiento de 2.000 litros por día.
Elegida la materia prima y con la infraestructura para el procesamiento, definieron el mecanismo: los productores entregan la semilla y a cambio obtienen el biocombustible. Los ensayos arrojaron rindes de 2.500 a 3.000 kg/ha de semilla. Calcularon que con 2.500 kg podrían obtener 800 litros de biodiésel.
“La media en Mendoza de un productor son 10 ha, con una producción de 2 ha de colza tiene el combustible para trabajar la totalidad de la superficie y el costo de producción es de 700 $/ha, que los cubre con la venta de una tonelada.
El negocio cierra por todos lados, se bajan los costos y se reduce la contaminación. Nos acercamos así a un modelo de desarrollo sustentable”, explica Silva Colomer. Con los residuos de la colza elaboran harina que exportan a Chile. La Universidad Nacional de Cuyo, a través de la Facultad de Ingeniería, se encargará de medir en sus laboratorios la calidad del combustible. En menos de un año el proyecto ha cobrado nuevos adeptos.
“La Facultad de Ciencias de la Industria está terminando una planta modelo que costaría alrededor de u$s 40.000. A su vez, la empresa Hormicon (dedicada a la construcción) compró 200 hectáreas para sembrar colza con la idea de abastecerse de combustible.
Llegarán a 2.000 hectáreas
En el norte provincial el INTA están trabajando con el apoyo de 10 municipios y la Universidad de Nacional de Cuyo. En la zona centro están realizando ensayos en 50 ha. con variedades de invierno (traídas de Francia) que necesitan ciertas condiciones de temperatura. En la zona sur, explicó Colomer, hay más interés en producir alconafta y ya están empezando con remolacha azucarera. Hasta el momento sembraron variedades Gladiator, Legacy e Impact. El año próximo se sembrará un total de 2.000 hectáreas en Mendoza.
Alexia Giménez
agimenez@infocampo.com.ar
