Un nuevo informe de insumos de la consultura especializada en temas agropecuarios AZ Group revela los primeros márgenes del cultivo de trigo para la nueva campaña, mientras aun sigue avanzando la recolección de la actual 2021/22.
Como parte del trabajo, los analistas hacen una reseña internacional en la que sostienen que, “el mercado atraviesa un momento de relativa calma en referencia al precio de fosfato diamónico”. Por su parte, los valores de la urea tiene un comportamiento dispar de precios, indican.
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Entre los “drivers” de esta disparidad están las restricciones de oferta por parte de Rusia y China, mientras que el valor del gas en Europa vuelve a poner en duda los volúmenes de producción, con nuevos cierre de planta en diciembre.
El siguiente contexto que analizaron desde AZ Group fue el mercado local. Respecto a la urea, dicen que, “la implantación de maíz a nivel nacional promedia la campaña con lo que aún deberíamos ver actividad desde las necesidades del productor. Así, el mercado local se estabiliza en precios con valores en torno a los 1.080 dólares la tonelada”.
Para el fosfato monoamónico, Argentina ingresa en el momento estacional de retracción de importaciones. En este sentido, el precio interno se mantiene estable respecto de noviembre y alcanza los 900 dólares la tonelada.
Márgenes
Para la proyección, indican desde la consultora, se utilizaron los valores vigentes de insumos y un pre cio estimado de venta del grano de 220 dólares la tonelada. El alquiler, para ambos casos, se prorrateó con un cultivo de segunda.
Para el caso de “Zona Núcleo” se aplicó a trigo el 50% del valor del alquiler, mientras que para sur de Buenos Aires, 7-9 quintales por hectárea estimados de alquiler (con un valor de soja estimado en 320 dólares por tonelada).
Para ambos planteos, los márgenes se muestran positivos en 107 y 148 dólares la tonelada, para la zona Núcleo y sur de Buenos Aires, respectivamente.
Conforme los planteos, los costos directos de cultivo ascienden a 526 y 592 dólares la tonelada, respectivamente. A esta estructura, que es la que comienza a definirse, aclaran habrá que sumar el costo de alquiler y gastos de comercialización.
Los buenos precios de arranque de campaña para trigo permiten proyectar un escenario positivo, incluso con las actuales estructuras de costos.
