A diferencia de los ajustes anteriores, ahora las retenciones tendrán un mecanismo móvil y se ajustarán hacia arriba o hacia abajo según las necesidades de recaudación. Por eso en el caso del trigo y el maíz, el impuesto las exportaciones fue rebajado levamente, al pasar de 28 % a 27,2% y del 25 $ al 24,2 %.
‘El criterio que tiene el Gobierno es totalmente recaudatorio y fiscalista, es lamentable que se piense sólo en recortar aun más la rentabilidad de los productores, con la excusa de no trasladar los aumentos de los precios internacionales al mercado Interno’, puntualizó el secretario de CRA, Javier Jayo Ordoqui.
Por su parte, Confederaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) -entidad que integra la CRA- se declaró en ‘estado de alerta y movilización’ y este miércoles estará presente en la protesta que el Sindicato de Trabajadores de la Carne, organizarán frente el Mercado de Liniers, para reclamar la liberación de las exportaciones de productos derivados de las vacas de conserva.
Carbap consideró que el aumento de las retenciones al girasol y a la soja anunciado por el ministro de Economía Martín Losteau, quien estuvo silenciosamente acompañado por el secretario de Agricultura Javier de Urquiza, “provoca una nunca vista confiscación a la producción agropecuaria de neto corte fiscal, al mismo tiempo que el confuso sistema de retenciones móviles promueve la destrucción del sistema de mercado de futuro que impedirá al productor fijar el precio para la época de cosecha de su producción”.
La entidad que preside Pedro Apaolaza agregó que “la suba de entre siete y nueve puntos en las retenciones a la soja y el girasol se contrapone con la desigual reducción del arancel en el trigo y el maíz de tan solo 0.8 %”.
“Esta nueva exacción se suma a la equivocada política en ganados y carnes, con lo que se anticipa tiempos de mucha tensión entre los productores agropecuarios y un gobierno nacional incapaz de gestionar una correcta política económica”, dijo Carbap