A poco para que la Unión Europea retome las importaciones de biodiesel argentino, dirigentes y productores del sector estiman que la medida ayudará a compensar el cierre por parte del mercado estadounidense, que recientemente denunció al país por dumping.
“Esperamos que el 10 de agosto la UE publique el nuevo reglamento para adaptar los derechos antidumping que se aplican al biodiesel nacional desde 2013, tras el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que a fines del año pasado le dió la razón a nuestro país”, expresó el especialista Gustavo Idígoras, asesor de la Cámara de Biocombustibles (Carbio), en declaraciones a la agencia Télam. Pero, de todos modos, advirtió que “lo más probable es que a partir de agosto se apliquen restricciones de acceso al mercado estadounidense, como consecuencia de las investigaciones de presunto dúmping de las principales exportadoras locales, Dreyfus y Vicentín, lo cual va a reducir las chances de vender a ese país”.
Lo cierto es que el beneficio de la reapertura europea traería una rebaja en los impuestos que pasaría del 25% a menos del 10%. “Somos muy optimistas”, dijo el experto.
Asimismo, se refirió a la posible firma de un acuerdo de libre comercio entre el bloque y Mercosur. “En ese caso ya no se hablaría más de maniobras de dumping, sino que entrarían a regir los derechos de importación generales de 6% que Europa cobra a las compras de cualquier país”, explicó.
“Esos aranceles pueden ser negociados en las conversaciones que se están llevando adelante, e inclusive podrían ser llevados a cero: sería un muy buen acuerdo si esto se consigue para el primer año de implementación del futuro acuerdo”, describió Idígoras.
Paralelamente, destacó la suba de la competitividad del derivado de la soja gracias al aumento del dólar. “Ayuda, aunque las ventajas del biodiesel nacional no dependen de la variación del dólar”, aclaró.