En consonancia con la iniciativa presentada por la Organización Mundial de la Salud, el gobierno nacional envió al Congreso un proyecto que pretende restringir el consumo de cigarrillos en todo el país.
Esta propuesta generó preocupación en las provincias productoras de tabaco, que vieron amenazada su actividad más fuerte, y consideraron al proyecto un tanto ambicioso teniendo en cuenta el inmenso peso social y económico de esta producción para las zonas involucradas.
Por su parte, el ministro Fratini consideró que se trata de un producto cuya naturaleza misma conlleva una gran dicotomía. En este sentido, reconoció los daños que el consumo de tabaco puede provocar en el ser humano y, por otro lado, confirmó la significativa importancia de esta actividad tanto a nivel de las economías de aquellas provincias que la desarrollan, como en el sentido social que adquiere este tipo de producción.
“Está comprobado científicamente que el humo del cigarrillo produce problemas de salud”, señaló Fratini, para agregar que “también hay que tener en cuenta que hay economías regionales que vienen desarrollando estos cultivos desde hace muchísimos años”.
De esta manera, consideró que “si se quiere reemplazar esta actividad agrícola, hay que pensar de qué forma se va a hacer y de dónde se van a conseguir los recursos”.
El funcionario argumentó que “estamos hablando de una economía que, más allá de la importancia económica que tiene para nuestra provincia, tiene un alto componente social.”
Fratini destacó que existe un gran número de gente que se dedica a la producción de este cultivo. “Son pequeños productores de media a 3 hectáreas, que viven en la zona rural”, aseguró, y confirmó que “la preocupación del gobierno es que sigan viviendo en su lugar, por lo tanto hay que pensar en un cultivo alternativo”.
El funcionario sostuvo que, dadas las características climáticas y geológicas de las zonas tabacaleras no será fácil implementar el desarrollo de otro tipo de trabajo, y expuso que, “en la medida en que nos aseguren fondo como para reconvertir esa actividad no tendríamos problema de promoverla, pero hasta tanto eso no ocurra, no estaremos de acuerdo”.
Fratini expuso que, en el caso concreto de la provincia de Corrientes, hay 6 mil pequeños productores que se dedican al cultivo de tabaco. “Estamos hablando de casi $20 M”, disparó.
Teniendo en cuenta la importancia de la actividad para esta zona, el funcionario manifestó que “si quieren eliminar el cultivo de tabaco, que nos garanticen el monto de esa economía por 10 años, de manera de tener tiempo para reconvertir esa actividad”.
Finalmente, el dirigente señaló que “en ese caso no nos negaríamos”.
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Verónica Scornik
vscornik@infocampo.com.ar
