El Senasa declaró la emergencia en algunos departamentos de Chaco y Santa Fe, aunque también el insecto podría expandirse al resto de las provincias productoras como Formosa, Santiago del Estero, MIsiones y Corrientes.
Las consecuencias de la expansión de la plaga y la poca eficacia de los distintos programas de control, estaría dada por el tráfico ilegal de productos en las áreas fronterizas. A eso, debe sumarse el viento del nordeste que ayuda a la propagación del picudo.
Ante este panorama, se reunieron representantes del Programa nacional para analizar la aplicación de varias medidas para su erradicación. Las mismas estarán orientadas a los controles fronterizos y las fumigaciones aéreas.
En cuanto a las políticas de acción tendientes a la erradicación de la plaga, desde el Senasa, trabajan en conjunto con el Servicio Sanitario de Paraguay para la puesta en práctica de planes de lucha que se llevan adelante en plantaciones de ambos países, con el objetivo de disminuir la presión insectil.
Además se buscan constantemente nuevas técnicas de control integrado de plagas, para una supresión efectiva de sus poblaciones, que tienda a la erradicación de las áreas algodoneras de Formosa y Corrientes con resguardo del medio ambiente.
Varios productores de la zona consultados aseguraron que es necesario el trabajo urgente y efectivo ya que lo realizado en este tiempo no habría conseguido el objetivo de controlar el insecto, que vuelve amenazar gran parte de la producción nacional.