A pesar de las buenas intenciones de los organismos oficiales y de los esfuerzos que realiza el propio sector productivo, hasta el momento es muy poco lo que se ha podido lograr en materia de controles impositivos y sanitarios.
El motivo principal es la informalidad que ha mostrado históricamente el sector y que ha recrudecido en los últimos años con la incorporación de las colectividades extranjeras a la producción y venta minorista.
La puesta en marcha del Sistema de Control de Frutas y Hortalizas Frescas impulsado por el SENASA representa un considerable avance en materia de reorganización sanitaria del sector.
Por otro lado, la utilización de buenas prácticas agrícolas en la frutihorticultura también es una señal positiva, sobre todo porque fue impulsada desde el propio seno de los productores.
En otro orden, las autoridades provinciales de ingresos públicos, con el polémico Montoya a la cabeza, están intentando poner en caja a los distintos actores de la comercialización mayorista, esfuerzos que desde las propias administraciones de los mercados se está intentando acompañar.
Como contrapartida a estos intentos de transparentar la actividad comercial, están una serie de actores que por distintos factores se manejan informalmente.
Allí podemos encontrar a los pequeños y medianos productores, que dejaron gran parte de su vida en la década del noventa arrasados por una capitalismo salvaje y que aún hoy, como pueden, intentan sobrevivir.
Están los otros, los de siempre, que han hecho de la evasión el deporte nacional.
Y por último, podemos mencionar a las nuevas generaciones de inmigrantes que han pasado de ser medieros de los productores hortícolas a propietarios de la tierra, y de vender ajos y especies en las puertas de los comercios a explotarlos comercialmente.
Estos dos últimos actores son, entre otros, el impedimento para que el sector deje de ser considerado altamente evasor por las autoridades y pueda mejorar su competitividad a partir de mayores estándares de calidad y de sanidad, diferenciar su mercadería y por ende obtener mejores precios.
Horacio Esteban |
Especial para Infocampo
