Existen diversos factores que influyen sobre la planificación de los productores en cada campaña de maíz, los que va ajustando la superficie en cada momento. Para el actual ciclo, las estimaciones ya anticipan una tendencia a incrementar la superficie de soja, en detrimento del maíz, que si bien es reconocido como un cultivo caro, realiza un invaluable aporte nutricional al suelo.
En este sentido, se recomienda tener en cuenta la sustentabilidad del sistema y en función de ello mantener el área de siembra de maíz, aumentando los rendimientos por hectárea, sin que esto implique tener que asumir una pérdida de ingresos.
“La clave está en producir maíces de alta rentabilidad mediante un manejo profesional de la fertilización”, aseguró Gustavo Elías, coordinador de Agronomía y Desarrollo, de Yara para América Latina.
Para esto, el productor tiene tecnologías, que son las que propone la compañía noruega. Entre ellas, “MásMaíz” y también “Atfarm”. En el primer caso, se trata de un plan nutricional diseñado específicamente para el cultivo, que aumenta la eficiencia operacional y productiva.
Por su parte, con Atfarm, que utiliza tecnología satelital de última generación, permite que el productor pueda ver imágenes satelitales con indicadores sobre el estado nutricional de sus lotes desde su PC, tablet o celular.
“Es comprensible que los productores siembren soja para minimizar sus costos a corto plazo, pero recomendamos que también hagan maíz para garantizar la correcta conservación de los suelos pensando en un horizonte más largo”, concluyó Elías.