El ministro de agricultura y medio ambiente inglés, George Eustice, ya adelantó, según comunica la agencia de noticias Reuters, que lanzará una consulta pública sobre la edición genética en la agricultura, con la perspectiva de que la tecnología se regule de manera menos estricta que la modificación genética, y mientras avanza el proceso de salida de ese país de la Comunidad Europea.
“Como miembros de la Unión Europea, obviamente no tuvimos más remedio entonces y aceptamos servilmente las sentencias del Tribunal de Justicia, por irracionales y defectuosas que pudieran ser”, dijo Eustice en una Conferencia de Agricultura de Oxford.
Se refería al dictamen de julio de 2018 en el que el Tribunal esgrimió que los métodos de edición de genes basados en mutagénesis, como una herramienta llamada CRISPR/Cas9, que permiten reorganizar fragmentos específicos de ADN lo cual se rige por las mismas reglas que aplican a la modificación genética en la transgénesis.
Hace tres años, el Reino Unido se opuso al veredicto, que fue ampliamente condenado por asociaciones de la industria química y biotecnológica, así como por científicos académicos, pero recibió elogios de algunos grupos ambientales y de derechos del consumidor.
Parece ser que, con otro panorama, las intenciones inglesas también se diferencian de lo que tuvieron que aceptar en su momento.
“Ahora que hemos dejado la UE, somos libres de tomar decisiones políticas coherentes basadas en la ciencia y la evidencia y comienza hoy con una nueva consulta sobre los cambios propuestos a la ley inglesa que permitirán que se lleve a cabo la edición de genes, para que podamos lograr un proceso más simple, marco regulatorio científicamente creíble para gobernar nuevas tecnologías importantes “, dijo Eustice.
