Luego de un ciclo caracterizado por un fuerte calentamiento, el Pacífico Ecuatorial ahora se enfría, aunque sin entrar en la clasificación técnica de una Niña. “Este fenómeno está siendo lo suficientemente activo como para bloquear el ingreso de las corrientes de humedad hacia el centro de nuestro país y quita la humedad extra que complementa y normaliza la oferta de agua en la región de mayor producción agrícola”, explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
De acuerdo a un informe de la Guía Estratégica para el Agro(GEA) de esa entidad, desde principios de noviembre las precipitaciones sobre el área más productiva de Argentina han tenido un comportamiento muy heterogéneo y esto aumenta el grado de dependencia del ingreso de frentes fríos desde el sur del país. Sin embargo, a pesar de su activa circulación, los contenidos de humedad en las capas bajas de la atmósfera no han sido suficientes. Por eso, desde la BCR consideran que “todo esto apunta a que empieza a mostrarse un escenario adverso para el sector agrícola en algunas regiones claves del país”.
En Córdoba “las tormentas pasan de largo”. En el último mes, se perdieron entre un 50 y 70% de las lluvias que se esperaban en el centro provincial.
En los departamentos de Unión, General San Martín, Juárez Celman y Tercero Arriba, las lluvias desde el 9/11 al 9/12 ascienden a 30 a 40 mm cuando las medias históricas se ubican en los 100 y 120 mm para ese período. En tanto, las tormentas que se esperaban para el último fin de semana, se desplazaron hacia el este de la provincia, alcanzando también a Santiago del Estero.
“La preocupación es que en la provincia de Córdoba el principio de sequía coincide con un momento fundamental de la campaña, en el que se deben terminar de sembrar 2,3 M de ha con soja. De hecho ya está sufriendo un 10% de retraso respecto al año pasado. Además, falta el maíz tardío, que son aproximadamente unas 900 mil ha”, dijeron los técnicos de la GEA.
Mientras tanto, el estado de los cultivos, sobre todo en el centro cordobés, empieza a desmejorar. La sequía incipiente limita a los maíces que “se están quedando en cuanto a crecimiento y pasan buena parte del día con las hojas acartuchadas”. Por su parte, los lotes de soja están mostrando un pobre desarrollo por la falta de agua en los niveles superficiales del suelo y las altas temperaturas.
Las precipitaciones que podrían llegar en la segunda quincena de diciembre y aliviar la situación de los cultivos, seguirán dependiendo de la fenomenología regional y debido a eso, son difíciles de pronosticar. “Hay que anticiparse tomando buenas decisiones de manejo a fin de minimizar esta situación que estará dominando buena parte de la campaña gruesa 2016/17”, señalaron desde la BCR.
