El impacto de las adversidades climáticas se extiende a todo la cadena agropecuaria y enciende algunas señales de alertas en las ganadería, más allá de la caída en las cifras productivas. En el caso de la ganadería, un relevamiento efectuado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) y empresas privadas advirtió por dificultades para el abastecimiento de semillas forrajeras.
Además de la seca, el otro problema mencionado en el informe es que la implementación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) dificultó el ingreso de materiales al mercado argentino desde el segundo semestre de 2022.
“El problema es que, excepto por la alfalfa, los stocks remanentes de semilla de la campaña previa son nulos o bajísimos, con lo cual la disponibilidad de semilla estará por demás ajustada”, señalaron.
Las empresas de semillas destacaron que la nueva campaña comenzará con stocks muy bajos o nulos, con una oferta que dependerá de la cosecha nacional, afectada por sequía y heladas. A este escenario, debe añadirse el aumento en los costos de producción.
FUERTES REDUCCIONES
A partir de los eventos climáticos adversos, el informe de CREA calculó que habrá recortes en la producción que oscilarán entre el 30% y 50%. “En lo que respecta a las leguminosas, si bien la cosecha aún está por definirse, muchos lotes debieron darse de baja por problemas tempranos de déficit hídrico”, remarcaron.
Por el lado del raigrás, se registraron rendimientos inferiores a los esperados, situación que también se extendió a para triticale, cebadilla criolla y festuca Los empresarios también coincidieron en remarcar las dificultades para importar semilla. Del total consumido en el país, un 30% proviene de la importación.
“En la actual coyuntura, las empresas dedicadas al rubro de semillas forrajeras se muestran muy cautelosas en su estrategia comercial, porque aún no saben de cuánta oferta dispondrán en la campaña 2023”, consideraron.
LA SITUACIÓN DE CADA PASTURA
- Alfalfa: En el mercado interno existen remanentes de la campaña anterior, aunque puede haber faltantes de algunos materiales específicos. Los registros de importación evidencian dificultades para ingresar cultivares a partir del segundo semestre de 2022 debido a restricciones cambiarias gubernamentales
- Festuca: Muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por restricciones hídricas y heladas tardías. Los registros de importación –tal como ocurre en el caso de la alfalfa– evidencian dificultades crecientes para ingresar cultivares provenientes de EE.UU. o Europa (gráfico 2).
- Raigrás anual: Muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por restricciones hídricas y heladas tardías. En caso de no encontrar demanda en el mercado local, esta especie puede ser exportada a Brasil, Uruguay, China o Europa.
- Pasto ovillo: Ajustados stocks remanentes, con producciones locales que no aportarán un gran volumen. En Europa existe abundante oferta para originar –en caso de ser factible– mercadería importada en ese origen.
- Agropiro: Esta especie cuenta con un stock remanente prácticamente nulo. La cosecha local ingresa en febrero/marzo y su volumen dependerá de la evolución climática del primer bimestre de 2023.
- Trébol blanco: Ajustados stocks remanentes, con producciones locales que, si bien aún están por definirse, se encuentran comprometidas por restricciones hídricas. Esta especie viene registrando en los últimos años una importante demanda por parte de China, lo que podría impulsar los precios internos del producto en un escenario de restricción de oferta, además de agotar tempranamente ciertos cultivares.
- Cebadilla: Muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por desastres climáticos.
- Lotus tenuis y corniculatus: Muy bajo stock remanente con cosechas locales afectadas por inconvenientes climáticos. En caso de no encontrar demanda en el mercado interno, estas especies pueden exportarse.