El sector de la maquinaria agrícola mostró una suave recuperación en los primeros cinco meses del 2015, pero sigue operando con una fuerte capacidad ociosa que ronda el 40% o más, de acuerdo a la fuente. Según un informe realizado por IES Investigaciones Económicas Sectoriales, en lo que va del año, las ventas de cosechadoras subieron 11,3% y la de tractores bajaron 5,9%; mientras que las exportaciones cayeron 38,9% en dólares (61,4 millones) o 46,2% en volumen (si se cuentan todas las unidades despachadas) respecto a igual período del 2014, básicamente por pérdida de competitividad del sector, según publicó Clarín.
En tanto, las importaciones de maquinaria agrícola y del resto de los equipos en el acumulado de cinco meses de 2015 descendieron 12,2% (US$ 425 millones), lo que anota un poroto a favor del sector fierrero: una mayor sustitución de importaciones, fruto de la ampliación de la capacidad productiva nacional. Las unidades compradas cayeron 12,7% y se explica también por las restricciones a la importación, según IES.El 2014 fue mucho peor: desplome en la producción (la más baja en cinco años), en las ventas y en las exportaciones.
Según la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), el sector de las sembradoras fue el más golpeado. “En el 2011 se vendieron 3.700 unidades, mientras que el año pasado se comercializaron 1.470. Los implementos agrícolas también registraron una baja importante. En 2011 se vendieron 8.230 unidades, contra las 6.350 del 2014”, indicó Marcelo Valfiorani, presidente de Cafma. En toda esta debacle, los representantes del sector se encargan de explicar que “influyen el tipo de cambio, la suba del valor del acero y de la mano de obra, y la baja de los commodities agrícolas”, entre otros factores.
Para abajo
“Por la baja de los precios internacionales, se ha retraído la venta de maquinaria. Las fábricas estamos al 50% de nuestra actividad productiva y no vemos una decisión de compra en productores y contratistas hasta que no se aclare el próximo gobierno”, indicó Valfiorani.
El sector ocupa a 40.000 empleados en todo el país. “Las empresas han mantenido a sus trabajadores; quizás algunos tengan jornadas reducidas o un día menos en la semana o falta de horas extras, pero se está tratando de mantener la fuente laboral. En su mayoría, las empresas están en pueblos del interior, lo que genera un compromiso social con el empleado y sus familias”, sostuvo el dirigente. En cuanto a la caída por principales equipos, “las pulverizadoras se contrajeron hasta los US$7,8 millones, con un 39,7% de descenso, mientras que las cosechadoras, con US$4,7 millones, disminuyeron un 33%. Las sembradoras tuvieron una merma del 46,5% interanual y totalizaron US$4,6 millones y los implementos de labranza, también cayeron (34,8%), con US$4,3 millones en el acumulado de cinco meses de 2015”, según IES.
Frentes abiertos
Hay varios frentes que complican al sector, según sus representantes. “Por un lado, la restricción en el mercado interno por la baja de los commodities a nivel internacional, y todo indica que esto seguirá igual dos años más. Además, el tipo de cambio, las retenciones y la falta de un incentivo para amortización acelerada que genere mayor compra de maquinaria nacional. También sería necesaria la desgravación impositiva en la inversión de maquinaria agrícola nacional”, manifestó Valfiorani.
“Otro dato es que se hace difícil cobrar los reembolsos a las exportaciones. Si le sumamos el atraso en el tipo de cambio, el valor de la mano de obra que subió el doble comparado con el 2007, el valor del acero también, todo esto nos saca de mercado, perdemos competitividad. Hay una muy buena cosecha, con aumentos en los rindes del 20% en algunas zonas. Esto ayuda a que los productores no produzcan a pérdida, pero no vemos un año mejor con relación al 2014”, agregó.
Y la cosa no pinta mejor para lo que resta del año. “Este contexto responde a la baja demanda del sector agrícola, que arrastra problemas de rentabilidad de las últimas campañas, agravados por la baja en los precios internacionales y su escaso financiamiento, que deteriora aún más su poder de compra de equipos agrícolas. Además, el sector externo no será una alternativa, por la desaparición en 2015 de las compras de Venezuela (primer comprador en 2013 y tercero en 2014) y la escasa competitividad local para diversificar mercados”, subrayó el trabajo de IES.
Perspectivas
En la Rural se realizó un encuentro entre fabricantes nacionales y operadores de Latinoamérica, interesados en adquirir tecnología y equipos de producción local. La idea es la búsqueda y desarrollo de nuevos mercados externos. Allí estuvieron 25 firmas asociadas de Cafma, que tuvieron 135 entrevistas con empresarios de Bolivia, Paraguay, Colombia, Brasil y otros. Como resultado se realizaron 135 entrevistas, “habrá que esperar en qué derivan las negociaciones, algo que toma su tiempo”, comentó un operador.
En ese marco, Valfiorani afirmó: “el mercado interno se recuperará, los que más costarán son los mercados externos, cuesta mucho conseguirlos para luego perderlos tan fácil. Estamos a primer nivel internacional en tecnología, podemos aumentar las exportaciones. Para lograrlo, también necesitamos créditos para financiar exportaciones, ya que competimos con Brasil y otros países que financian a 4 ó 5 años en el exterior”.
Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores, “las perspectivas para 2015 son desalentadoras. El sector continuará con un elevado nivel de capacidad ociosa y bajos niveles de producción”.