La suba se debe a la caída del 20% en la oferta entre un período y otro. La semana pasada se negociaron 34.500 vacunos mientras que en la anterior se habían vendido 43.700 cabezas. La baja en los ofrecimientos fue consecuencia del paro que realizaron los empleados del Senasa en los primeros días de la semana, lo que impidió que muchos productores sacaran las correspondientes guías de traslado que autorizan el movimiento de ganado.
El viernes pasado los novillos de 431 a 460 kilos se vendieron entre $2,34 y 2,40; los de 461 a 490 kilos se colocaron entre $2,30 y 2,38; los de 491 a 520 kilos entre $ 2,26 y 2,35, y los de más de 520 kilos, entre $2,20 y 2,30. En tanto, continúa la sobreoferta de hacienda liviana terminada a corral, lo que acentúa la diferencia de precios entre los novillitos y las vaquillonas. Los primeros se vendieron desde $2,35 a 2,55 y las vaquillonas entre $1,95 y 2,40. Los terneros se colocaron en los mismos valores que los novillitos. La diferencia de precios entre novillitos y vaquillonas llega al 10%. Los compradores señalaron que los precios de los novillitos son superiores porque tienen mejores rendimientos al gancho, mientras que en las vaquillonas hay serios problemas de sobreengrasamiento.
Las vacas buenas se vendieron entre 1,75 y 2,00 pesos. Las tipo conserva desde $1,24 hasta; $1,45 las manufactura. Los toros se colocaron entre 1,55 y 1,95 pesos.
En tanto, el promedio del novillo elaborado por la Oncca al 21 de septiembre fue $ 2,38, el 4% superior al cierre de Liniers del viernes que fue 2,291 pesos.
