La producción de corderos en Santa Cruz registra una caída del orden del 40% respecto al año pasado, a causa de la fuerte sequía que afecta a zonas productoras, en base a proyecciones elaboradas por la Sociedad Rural de Río Gallegos.
La entidad organizará hoy y el sábado la edición número 29 de la Fiesta del Cordero, oportunidad en la que pondrá a la venta alrededor de 1.700 corderos faenados frescos, cifra que representa una caída del 40% frente a igual período de 2015.
“La cantidad de cordero para venta en la fiesta es el reflejo de la menor donación por parte de los productores, porque no los tienen y los frigoríficos están recibiendo menos, porque hay merma y mucha mortandad de corderos, por la sequía y la falta de pastizales de primavera, ya que entre septiembre y noviembre no llovió nada”, dijo el titular de la entidad rural, Miguel O’Byrne.
El productor local detalló que “al no haber pastos nuevos, frescos, que son los de mayor alimentación, y los vientos fenomenales que hubieron, la oveja perdió mucha condición y de todos los corderos que nacieron relativamente bien, se murió entre un 70–80 %, en casi toda la provincia”.
Producto de estos factores que afectan especialmente a los departamentos Güer Aike, Corpen Aike y Magallanes de Santa Cruz, desde hace un mes y medio, los productores nucleados en la Federación de Instituciones Agropecuarias Santacruceñas (FIAS) y el Consejo Agrario Provincial, trabajan en la elaboración de la documentación para formalizar el pedido a la gobernadora Alicia Kirchner, para que declare la emergencia agropecuaria.
O’Byrne informó que “está muy avanzado el trabajo con el CAP”, y que en esta constatación provincial, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) “aportó estadística que muestra una sequía gravísima en la provincia, con un promedio de lluvia en 2016 que es la mitad de lo que ha sido el promedio de los últimos 15 años, lo que es catastrófico”.
“No hay nieve, no se acumula agua en lagunas, los manantiales se secan, los ríos se están secando, entonces falta agua natural, falta pasto, y eso implica sacar ovejas, y que atrás de las ovejas se va la gente, que en los últimos cuatro o cinco meses ha cerrado las puertas de los establecimientos agropecuarios, porque ya son inviables”, alertó el productor del departamento de Güer Aike.