Al 20 de septiembre, las importaciones temporarias de soja duplicaban a las del año 2016. La retención de granos, particularmente de la oleaginosa, se hace evidente a partir de la pendiente positiva de precios, inclusive considerando los forwards del nuevo ciclo, según indica el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario elaborado por Federico Di Yenno.
La demanda de China sigue soslayando al mercado de soja argentina en vista de los compromisos asumidos por los exportadores argentinos. Las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) de soja alcanzan a 7 millones de toneladas a este 20 de septiembre, muy por detrás de los compromisos de exportación a igual altura del ciclo en otras campañas.
“Esta demanda del gigante asiático se siente fuertemente en los Estados Unidos donde los importadores chinos aprovechan la depresión de los precios por la cosecha de este país –record esperado para esta campaña- para cerrar sus compras. La holgada oferta de EE.UU. se suma a la excelente cosecha que tuvo Brasil, que inundó el mercado, lo que contribuyó a reducir la participación de Argentina en las importaciones de poroto de soja por parte de China”, indica el informe.
En términos de precios, la sostenida demanda externa impacta sobre los precios de Chicago, los que, a su vez, contribuyen a sostener a la cotización de la soja local. En ese sentido, se ha producido un cambio en la relación soja/maíz a favor de la oleaginosa, cambio que se viene plasmando desde el 1° de junio del corriente año. De esta manera, los precios de la soja mayo de 2018 han aumentado casi 17 US$/t en MATba. En contraste, los precios del maíz para entrega mayo han caído más de 6 US$/t desde inicios de junio último, siguiendo la tendencia bajista en los precios de la plaza de referencia mundial de Chicago.
“La comercialización de la oleaginosa sigue estando aletargada en comparación con otras campañas. Al 13 de septiembre la industria y la exportación llevaban comprado el 62 % de la cosecha de soja 2016/17, dos puntos por detrás de la campaña pasada y 7 puntos por detrás del promedio de las últimas cinco campañas. Los valores en los mercados a término llevan implícitos buenas tasas de “carry” considerando gastos nulos de almacenamiento, por lo que es posible que el ritmo de comercialización continúe tal cual se observa”, señala la BCR.
Como se apuntó en otros informativos, la modalidad de la comercialización ha cambiado mucho a lo largo los años, quedando marcada en el negocio por fijar y la retención de mercadería. Al 13 de septiembre, todavía falta vender alrededor de 18 Mt de soja, resultando en un total de 25,5 Mt de soja que no tienen precio todavía. Pensando en la próxima cosecha, la industria y el sector exportador ya han comenzado a hacerse de soja nueva, la 2017/18. Las compras alcanzan un total de 3 Mt, aumentando un 62% respecto de igual fecha del año pasado y un 130% respecto al promedio de las últimas 5 campañas. A pesar de este buen ritmo de “farmer selling”de la próxima cosecha, es esperable que la lentitud en la comercialización actual se traslade a la próxima campaña, debido al esquema de reducción gradual de retenciones a la exportación, a razón de 0,5% mensual.
La demanda por soja va para el “crushing”
El panorama de la industria procesadora de soja es totalmente distinto al de la exportación. A pesar de tener márgenes muy ajustados, el procesamiento se mantiene firme. En el mes de agosto la industria reportó un procesamiento de la oleaginosa de 3,7 millones de toneladas, casi igual al procesado en agosto de 2016. El acumulado del año 2017 asciende a 29,3 Mt, ligeramente por detrás de los 30,1 Mt del 2016. Esto es debido al fuerte -y atípico- mes de enero de 2016, que alcanzó las 3,9 millones de toneladas procesadas luego de los cambios a nivel aduanero y macroeconómico que postergaron el procesamiento de la oleaginosa hacia el año 2016.
El dato que sobresale para este sector industrial es el de importaciones de soja de países vecinos, principalmente del Paraguay. Según datos de INDEC y Aduana, al 20 de septiembre las importaciones temporarias de soja alcanzaban a 1,4 Mt para para todo el año 2017. Este dato más que duplica lo importado a igual fecha del año 2016. A los proveedores tradicionales, se suma el vecino país del Brasil, desde donde se han importado 136.000 t de soja para su procesamiento y posterior exportación de subproductos.
“Para obtener volúmenes similares o superiores a los que se está importando bajo el régimen para ser procesado en suelo argentino y exportado, luego, como productos derivados de la industria, hay que remontarse a fechas previas al 2009, cuando se importaba soja para procesar en algo más de 0,5 Mt. 2007 y 2008 fueron los años excepcionales, cuando llegaron a importarse 2,2 y 2,8 Mt de soja, respectivamente”, finaliza el informe de la BCR.