La gran cantidad de trigo varado en las principales terminales portuarias del país está complicando cada vez más los envíos de maíz y los que vendrán de soja dentro de muy poco tiempo, según informaron hoy a Infocampo operadores del sector exportador.
“En estos momentos estamos teniendo algunos inconvenientes con la recepción del maíz que está llegando, pero el problema más serio lo vamos a tener en el próximo mes de mayo cuando ingrese el grueso de la soja para exportar”, dijo Mario Goicochea, titular del Puerto de Quequén.
“Si no se reabren las exportaciones de trigo en los próximos días, vamos a tener que almacenarlo en otro lugar, dado que la capacidad de los puertos ya está al límite”, indicó Goicochea.
En el Puerto de Quequén se encuentran varadas actualmente unas 100.000 toneladas de trigo producto del cierre de las exportaciones del cereal dispuesto por el gobierno nacional. Mientras que la capacidad de almacenaje de dicha terminal portuaria es de unas 250.000 toneladas.
“El panorama que prevemos para el presente año es un suicidio; calculamos exportar un 20% menos que el año pasado”, comentó Goicochea (desde el Puerto de Quequén se enviaron alrededor de 4,30 M/toneladas en 2007).
La semana pasada el gobierno nacional volvió a intervenir el registro de exportaciones de trigo por sexta vez consecutiva en lo que va del presente año 2008. Pero esta vez -a diferencia de las demás- lo hizo por tiempo indeterminado.
Por su parte, Juan Gear, presidente de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) manifestó que “los puertos nos están diciendo que no pueden recibir una gran cantidad de maíz porque no tienen capacidad de almacenaje”.
“Es increíble que suceda esto una vez que logramos regularizar nuestra situación y cumplir con todos los requisitos burocráticos que nos impuso la Aduana”, añadió Gear.
En tanto, Santiago Cameron, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Trigo (Aaprotrigo), señaló que “el cierre de las exportaciones de trigo está generando problemas muy serios en otros productos agrícolas que no tendrían por qué verse afectados”.