La navegabilidad de la hidrovía, fundamentalmente del Río Paraná, es un aspecto esencial para las exportaciones argentinas, ya que desde el Gran Rosario se generan más del 70% de las divisas que genera el agro, el sector más importante para el ingreso de dólares al país.
Por eso, la altura de los ríos siempre es un factor clave a tener en cuenta y en las últimas semanas han vuelto a encenderse señales de alerta ante el retorno de las “aguas bajas” a los diversos cursos de agua que son claves.
Cabe recordar que en 2022 fue un problema grave, incluso con casos de encallamientos de buques, y en 2023 también hubo inconvenientes, hasta que el arribo de El Niño trajo abundantes lluvias que despejaron los obstáculos, al punto incluso que hubo crecidas e inundaciones.
Sin embargo, ahora de nuevo hay luces amarillas y con la posibilidad de La Niña apareciendo en los próximos meses, lo que implica un menor régimen de lluvias en nuestro país.
LA NIÑA Y SU IMPACTO EN LA HIDROVÍA
Según la ORA, tanto el Río Paraná como algunos de sus afluentes continúan en situación de aguas bajas.
Y en ese marco, advierte: “Si bien esto nunca es una buena noticia, es más preocupante ante el pronóstico de un verano La Niña”.
La situación actual de los niveles hidrográficos en la cuenca del Plata, publicada diariamente por el Instituto Nacional del Agua (INA), muestra que las marcas de todas las estaciones sobre los ríos Iguazú, Paraguay y Paraná, además de las del Delta del Paraná, se hallan en situación de aguas bajas.
Y este no es un hecho reciente, sino que se mantiene desde hace unos dos meses, aproximadamente.
La altura del Río Paraná vuelve a ser una luz amarilla para las exportaciones del agro
El gráfico que puede verse a continuación muestra en puntos verdes la evolución de la altura del río Paraná medida en la estación hidrométrica Santa Fe. La línea punteada amarilla señala el nivel a partir del cual se consideran aguas bajas.
Así, se puede observar cómo, con algunos altibajos, la altura del río se mantiene por debajo de la línea de aguas bajas desde el 10 de junio pasado.
En tanto, el INA también publica en su página web un pronóstico hidrométrico para algunos puntos del río Paraná en el tramo argentino. Según este pronóstico, se prevé la permanencia en aguas bajas de todas las estaciones, al menos hasta el próximo 3 de septiembre.
En este contexto, la ORA subraya también que, si bien la situación de aguas bajas afecta en forma directa a la hidrovía, también tiene impacto en el sector energético: las dos represas más importantes, Itaipú y Yaciretá, también se hallan en situación de aguas bajas.
“A finales de agosto de 2023 también se reportaban aguas bajas en el Paraná y sus afluentes. Sin embargo, la ocurrencia de El Niño en el verano 2023/2024 resultó un factor favorable para la salida de esta condición adversa. En la coyuntura actual, la perspectiva advierte de la presencia de La Niña en el verano, lo cual se presenta como un pronóstico poco favorable para la recuperación de los caudales”, concluye el informe.