La faena bovina cerró 2021 con una caída del 7% con respecto al 2020, al totalizar 12,96 millones de cabezas, cuando en el ejercicio anterior fueron 14,08 millones.
Así lo señala un informe del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC en el que se advierte que la actividad de los frigoríficos fue la más baja desde 2017.
El cepo a la carne, que al principio impactó de manera significativa en la faena y exportaciones de vaca “conserva”, fue un aspecto clave para este menor desempeño de la actividad frigorífica.
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Según el Consorcio ABC, en diciembre la decisión de establecer una excepción para las exportaciones de Vaca D y E ha contribuido en un alza de la faena de las hembras más añosas.
“No obstante ello, la disminución en la faena de hembras fue la principal responsable de la caída de la faena total”, reconoció la entidad.
Más kilos por animal
El costado positivo en este contexto es que el peso medio de faena se incrementó en dos kilos, hasta 228 kilos por cabeza, de manera que la producción de carne alcanzó casi tres millones de toneladas.
El presidente del Consorcio ABC, Mario Ravettino, consideró estas cifras como el resultado de “un proceso virtuoso, indispensable para incrementar la producción nacional de carnes bovinas, pero insuficiente por tratarse de índices significativamente menores a otros países proveedores del mundo”.
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“Su mejora requiere una transformación que no sólo permita el sacrificio de animales más pesados sino también un proceso genuino de recomposición de stocks que se refleje en la estructura de la oferta’’, enfatizó Ravettino.
