La Bolsa de Comercio de Rosario emitió el diálogo con el Dr. José Luis Aiello a pocos días de este fin de semana que dejó lluvias puntuales importantes cerca de Rosario, incluso con 100 mm en el centro este de Santa Fe (Canals), y muy dispersas en el resto. Las lluvias no alcanzaron las zonas con falta de agua de Córdoba o el sudeste bonaerense en la forma en la que se necesitan.
Aiello advierte sobre el cambio que se ha dado en el patrón de lluvias en este mes, agregando “no vemos más lluvias parejas de grandes extensiones”. Las lluvias de acá en más tendrán escalas menores, de 100 a 200 km de diámetro de acción. Con un desecamiento en aumento, ahora la característica de los nuevos eventos de lluvias es que tendrán muy buena intensidad, pero en regiones minúsculas del orden de los 100 a 200 Km de diámetro.
A la buena noticia de que el enfriamiento que tiene el Pacífico técnicamente no define a una “Niña”, tiene la mala novedad de que los sistemas nubosos en el Pacifico Central están desplazados hacia el oeste (sector australiano). Aiello advierte, “eso no es adecuado para que la atmósfera “traiga humedad desde el norte””, por lo que piensa que se desarrollaran pulsos secos importantes que impactarán en la producción de soja y maíz. Esta visión es contraria al punto de vista que tiene la plaza.
El escenario, luego de un octubre sobrado de agua, especialmente en áreas mediterráneas como La Pampa, y el noroeste de Buenos Aires, está definido por la menor afluencia de agua en el este. Esto pronuncia un escenario de escasez sobre todo en el núcleo triguero más importante de Argentina. Noviembre se caracterizó por lluvias dispersas, que siguieron sobre las zonas más afectadas por las inundaciones, pero que también afectaron con fuerza el norte del país (Las Breñas en Chaco), incluso con eventos fuertes de granizo en localidades de Chaco, y también en el centro y centro sur de Santa Fe.
Sobre los eventos climáticos de alta intensidad que acontecen en gran parte del territorio nacional, Aiello observó “octubre, como bien expresas, ha sido un mes en el cual tuvimos las dos condiciones necesarias para la formación y acción de sistemas convectivos: pasajes de frentes y muy buena humedad en la atmósfera. De ahí que tuvimos esos eventos de lluvias a los que haces referencia. Ya en noviembre, la situación es distinta. Me refiero a que se inhibieron esos efectos regionales y si nos fijamos en los mapas de humedad GEA para la Argentina, notamos una evidente tendencia al desecamiento de los suelos. Con las consecuencias que ello ha implicado en el desarrollo de los cultivos de invierno y en las siembras de los de verano”.
En cuanto a la posibilidad de que haya problemas de agua en lo que resta sembrar de la soja a nivel nacional, el meteorólogo explicó que “la distribución de humedades edáficas al día de hoy es muy interesante. Hay lotes muy anegados, donde la siembra va a ser imposible y en otros muy dificultosa, hasta lotes donde ya los ‘productores piden agua’. Precisamente, esta volatilidad es el efecto del tipo de sistemas de lluvia que hemos tenido y que van a continuar en Argentina. No vemos más, o lo hacemos muy raramente, esas lluvias parejas en grandes extensiones”.
Y continuó: “Ahora la característica está dada por eventos con lluvias de muy buena intensidad en regiones con dimensiones del orden de 100/200 Km de diámetro, que técnicamente definen lo que se denomina la ‘meso-escala meteorológica’. No es que quiera entrar en cuestiones técnicas, pero es necesario aclarar esto, pues será la característica de la futura oferta de agua. Por este tipo de distribución es muy importante el monitoreo con una red de estaciones que puedan “entender” las escalas de estos fenómenos de lluvias, y eso no se resuelve con las redes sinópticas que contienen mediciones muy espaciadas, de ahí la relevancia de nuestra red, donde seguimos con un aceptable grado de detalle esta variable”.